El peso argentino pasa un momento de inestabilidad muy marcado. La moneda gaucha, frente al dólar estadounidense, tiene un cambio oficial de 347,50 pesos por dólar y para venta amanece este martes, 12 de septiembre, en 365,50.
Entretanto, el dólar blue se compra a 718,00 y se vende a 723,00. En tal sentido, la volatilidad marca las jornadas cambiarias.
Hay varios factores que han contribuido a la depreciación de la moneda argentina. Entre ellos figura la necesidad de pesos. Al igual que los ahorradores recurren al dólar libre para resguardar sus ahorros, también existen muchas actividades y personas que necesitan operar con la moneda nacional.
Por ejemplo, es el caso de muchos comercios y pequeñas y medianas empresas que deben afrontar gastos, como el pago del medio aguinaldo y, para ello, utilizan dólares en efectivo, que se venden a un precio más alto en el mercado informal que a través de la Bolsa o el mercado formal.
Escasez crónica de dólares en Argentina
En Argentina una vivienda, un auto e incluso los electrodomésticos se venden en dólares.
Tras dos episodios de hiperinflación en 1989 y 1990, el país aplicó un mecanismo de “convertibilidad” que fijaba una paridad 1-1 entre el peso y el dólar, apoyado en privatizaciones y una apertura total de la economía.
La inflación anual bajó a un dígito, pero el aumento de importaciones acrecentó la deuda en divisas, arruinó la industria y provocó una grave recesión. La “convertibilidad” terminó trágicamente en 2001 con una masiva protesta social cuya represión dejó unos 40 muertos. Entonces, el país se declaró en default y los gobiernos se sucedieron a comienzos de siglo.
“La economía bimonetaria une a todas las crisis: la escasez de dólares, la corrida cambiaria, las devaluaciones y las inflaciones. Están todas histórica e histéricamente unidas”, definió en 2017 la entonces presidenta peronista Cristina Kirchner.
FMI aprueba desembolso a Argentina de 7.500 millones de dólares
El directorio ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció el pasado 23 de agosto, que aprobó la quinta y sexta revisión del acuerdo con Argentina, lo que conlleva “el desembolso inmediato de alrededor de 7.500 millones de dólares”.
El país sudamericano ha firmado con el FMI un programa crediticio en virtud del cual Argentina recibe 44.000 millones de dólares a 30 meses a cambio de que el banco central aumente sus reservas internacionales y el gobierno reduzca el déficit fiscal.
Con la dicha decisión, el total de desembolsos en el marco del acuerdo “asciende a unos 36.000 millones de dólares”, informó el Fondo en un comunicado.
El ministro de Economía y candidato presidencial oficialista a las elecciones de octubre, Sergio Massa, dijo a la prensa después de reunirse con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, que la aprobación del organismo “garantiza un marco de estabilidad hasta fines de noviembre”, cuando está prevista otra revisión del acuerdo.
La negociación del acuerdo entre el equipo técnico del organismo financiero y Argentina se hizo cuesta arriba y no se logró hasta julio, tras semanas de arduas tratativas.
Para honrar sus compromisos de deuda en agosto Argentina tuvo que recurrir a un préstamo de Catar, yuanes de un swap (intercambio de monedas) vigente con China y un préstamo puente de la Corporación Andina de Fomento (CAF), que ya canceló inmediatamente, informó Massa.
De los 7.500 millones el país giró una parte a Catar, China y la CAF y tendrá que guardar otra como provisiones de cara a los próximos vencimientos.
Desde la cuarta revisión, a finales de marzo, “los principales objetivos del programa no se alcanzaron, como consecuencia de la sequía sin precedentes y desviaciones de las políticas” trazadas, explica el Fondo.
*Con información de AFP