El manejo de las finanzas personales puede resultar complicado en algunos casos. Las deudas son uno de los problemas que deben enfrentar muchas personas, pues aunque son buenas para adquirir activos o productos que no se pueden comprar de contado, lo cierto es que el manejo indebido puede condenar el bolsillo y su estabilidad.
Tenga en cuenta que una deuda básicamente consiste en adquirir cierto dinero a un banco o algún tipo de prestamista o inversionista, con la promesa de devolver el dinero en un tiempo determinado, con un monto adicional, al que se le denominan intereses. Normalmente los intereses se calculan con base en el monto de la deuda y con un porcentaje de esta.
Los expertos aseguran que no todas las deudas son malas, pero que es importante revisar cada una con cautela para evitar problemas a futuro. Las deudas buenas son aquellas que sirven para adquirir un activo. Es decir, las que permiten comprar algo que pueda reportar un ingreso adicional a futuro, pues paulatinamente esto aumentará sus ingresos.
Por el otro lado, una deuda mala es aquella que está relacionada netamente con el consumo. Son préstamos y créditos que se utilizan para comprar activos improductivos o que nunca generará ingresos. Por ejemplo, financiar gastos como un viaje, una fiesta e incluso un matrimonio.
Una de las dudas más recurrentes cuando una persona adquiere una deuda, es la estrategia más efectiva para lograr saldarlas a tiempo. Estos son algunos de los consejos, compartidos por el portal especializado Creditomaestro.
El primer paso y uno de los más importantes es ajustar sus gastos. Tenga en cuenta que debe ser consciente de cuánto dinero está gastando cada mes y cuánto dinero le queda al final. Si su dinero es muy justo o no le alcanza, es importante que le vuelva a dar un ojo a sus gastos y los reorganice.
También es clave que elimine los gastos temporalmente y que evalúe cuáles puede evitar o cortar de raíz. Si usted acostumbra a salir con sus amigos, por ejemplo, puede optar por reunirse en su casa o por hacer planes que no impliquen un gasto de dinero elevado. Recuerde que todo lo que pueda ahorrar suma para su estabilidad financiera.
Por otro lado, es clave que haga un plan con fechas y cantidades. Si usted está ahorrando en gastos y tiene mayor solvencia cada mes, haga un plan sobre cuánto puede pagar de sus deudas y cuánto tiempo tardará en tenerlas liquidadas. Dicho plan debe desglosarse por meses y cantidades. De esta manera sabrá concretamente cuánto dinero le tomará regresar a la estabilidad.
Es clave además que busque otros ingresos, como un trabajo de medio tiempo o la venta de algún producto o servicio. Esto le permitirá aumentar sus ganancias y con ello las posibilidades de que pueda ahorrar más y tener más presupuesto para sus planes a futuro.
Además de ello, considere las negociaciones con las entidades financieras en las que tenga obligaciones. Normalmente estas ofrecen descuentos luego de que la deuda haya vencido o tenga una mora elevada. Para ello, es clave que tenga un presupuesto y que pueda hacer ofertas de pago a la entidad.
Finalmente, si usted tiene muchas deudas, es importante que considere realizar una compra de cartera o pedir un préstamo para cancelarlas todas. Así solo se quedará con una tasa de interés y podrá asumir una sola deuda. También puede definir menores cuotas o evaluar cómo puede cambiar los plazos. Es clave que siempre dedique el dinero adicional que le llegue al pago de las deudas, para que así pueda acelerar el tiempo.