En épocas de San Valentín es muy usual no solo que las personas celebren el amor, sino también que lo busquen, de hecho según datos aportados por la app Tinder, esta puede ser una de las épocas con mayor actividad y concurrencia de usuarios dentro de estas plataformas que ofrecen el amor como recompensa.
Algunas personas aseveran que estas aplicaciones llevan a que los usuarios se involucren a primera vista, basados únicamente en la apariencia física y eso es lo que los impulsa a hacer el famoso “match”, sin embargo, hay otros a quienes les interesa ir más allá y no solo se fijan en lo físico, sino que también quieren buscar su alma gemela financiera.
Esto se debe a factores muy concretos, según estudios, en algunos casos los desencuentros económicos, o la mala gestión de fondos puede conllevar a la ruptura por parte de una pareja, si existe una unión marital concreta con mucha adhesión económica es probable que tenga mejores resultados que si ambas partes poseen ambiciones distintas o diferentes formas de manejar su dinero.
En algunos casos, este tipo de desacuerdos o manejos negligentes, puede llevar a que la pareja caiga en deudas, lo que acabaría deteriorando la relación, creando más preocupaciones y, por ende, dando un final fatal a la misma.
Incluso, durante los últimos años, se ha vuelto cada vez más común que dentro de las relaciones, especialmente las de las nuevas generaciones, se practiquen las llamadas “inversiones en pareja”, donde ambos sitúan activos comunes para acabar con la obtención de réditos mutuos donde se vean beneficiados tanto a nivel individual, como dentro de la pareja. Por estas razones, se ve la necesidad de encontrar perfiles financieros que sean acordes dentro de la relación.
Sin embargo ¿cómo conocer el perfil financiero de una persona? Algunas personas se fijan en el capital que manejan, mientras que otras personas en las costumbres de inversión que poseen los individuos. Un factor común dentro de las nuevas generaciones en sus actividades económicas es la propensión a invertir en criptomonedas y a usar exchanges. La pregunta en este caso es si es posible hacer un match, tipo Tinder, por los gustos que se tienen en el mundo cripto, es decir un “criptomatch”.
Para ejemplificar esa situación los promotores de la moneda unicoin, la cual nace del programa de Televisión Unicorn Hunters, que a su vez se dedica a cazar nuevos unicornios del mundo empresarial, dice que en el mundo de los criptoactivos hay dos perfiles financieros, que se pueden personificar en Belén y Pablo, ambos poseen características diferentes, y con apuestas económicas distintas, en principio parecen como el agua y el aceite.
A través de la identificación social es posible sentirse más representado por uno y por otro, en el caso de Belén, es un perfil criptoconfiable, apuesta a las nuevas generaciones de criptomonedas. Este tipo de activos digitales toma lo mejor de la tecnología blockchain y busca resolver las fallas de las primeras generaciones, entre ellas, el problema de la alta volatilidad.
En este grupo, se destacan criptomonedas de próxima generación respaldadas por activos y diseñadas para pagar dividendos. Busca inversiones más seguras y más organizadas, por lo que es necesaria una planeación y una investigación específica y previa.
En el caso de Pablo, invierte en criptomonedas de primeras generaciones como Bitcoin, Ethereum, Cardano y Solana, o se una a tendencias como las llamadas “meme coins”, tipo Dogecoin, impulsada a través de las redes, las multitudes, o en este caso específico del magnate Elon Musk. Posee inversiones menos equilibradas, con mayores riesgos y distintas dinámicas de mercado, las fluctuaciones de todas ellas pueden ser muy extremas, sin embargo, las apuestas financieras pueden acabar saliendo bien para él.
No es necesario buscar similitudes exactas, solo las suficientes como para poder obtener una convivencia sana y con desacuerdos que puedan ser solucionados, incluso Pablo y Belén podrían ser compatibles a través de estos perfiles.