Según el Dane, el desempleo en Colombia en junio se redujo a un 9,3 %, mostrando una disminución de 1,9 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior (11,3 %). Sin embargo, a pesar de las mejoras en la economía, las personas enfrentan situaciones cotidianas que podrían afectar negativamente sus finanzas, como la pérdida de empleo, una inversión fallida o una enfermedad, entre otras.
Ante tales circunstancias, es crucial conocer alternativas que permitan hacer frente a estas eventualidades y evitar el riesgo de perderlo todo. Una de estas opciones es la creación de un “Fondo de Emergencia”, mediante el cual una persona puede ahorrar periódicamente para contar con un respaldo financiero en caso de enfrentar algún tipo de calamidad. De esta manera, tener un fondo de emergencia brinda tranquilidad y seguridad para hacer frente a los momentos difíciles y proteger el bienestar económico personal.
Según el portal Consumer Finance, crear un fondo de ahorro o emergencia es una medida esencial para protegerse financieramente y constituye uno de los primeros pasos para iniciar un plan de ahorro. Al apartar dinero específicamente para gastos imprevistos, incluso en pequeñas cantidades, usted estará preparado para hacer frente a situaciones inesperadas y recuperarse más rápidamente, manteniendo así el rumbo hacia sus objetivos de ahorro a largo plazo.
Un fondo de emergencia es una reserva de dinero destinada a cubrir gastos no planificados o situaciones financieras imprevistas. Esto incluye eventos como reparaciones de automóviles o vivienda, gastos médicos inesperados o la pérdida de ingresos. En general, estos ahorros están destinados a cubrir pagos o facturas que no forman parte de los gastos mensuales regulares, ya sean grandes o pequeños. Tener un fondo de emergencia proporciona seguridad y tranquilidad, brindándole la capacidad de afrontar situaciones imprevistas sin afectar negativamente sus finanzas personales.
¿Cómo comenzar a ahorrar y crear un fondo de emergencia?
En el mundo financiero, ahorrar y contar con un fondo de emergencia son aspectos fundamentales para protegerse ante situaciones imprevistas que puedan afectar nuestras finanzas. Si bien existen diversas formas de abordar el ahorro, es importante encontrar la estrategia que se ajuste mejor a nuestras necesidades y posibilidades.
1. Cree el Hábito del Ahorro
Tal como lo menciona el portal Consumer Finance, establecer un hábito de ahorro es esencial para ver crecer nuestros ahorros de manera consistente. Para ello, es recomendable seguir algunos principios básicos:
- Establezca una Meta: Definir una meta específica para nuestros ahorros puede ser una gran fuente de motivación. Por ejemplo, crear un fondo de emergencia podría ser una meta alcanzable y nos ayudaría a mantenernos enfocados, especialmente al inicio de nuestro camino de ahorro.
- Contribuciones Consistentes: Busque formas de hacer contribuciones regulares y consistentes a su fondo de ahorro. Establecer transferencias automáticas recurrentes puede ser una opción sencilla y efectiva. También puede apartar una cantidad específica de dinero diariamente, semanalmente o en cada día de pago. Al hacerlo de manera consistente, verá cómo sus ahorros crecen rápidamente.
- Revise su Progreso: Es importante mantener un seguimiento regular de nuestros ahorros. Puede configurar notificaciones automáticas que le informen sobre el saldo de su cuenta o llevar un registro escrito de sus contribuciones. Observar su progreso lo incentivará a continuar.
- Celebre sus Logros: Reconozca sus propios logros en el camino del ahorro. Celebrar los éxitos y premiarse a sí mismo por mantener el hábito puede ser una excelente forma de mantener la motivación y establecer nuevas metas.
¿Dónde guardar los ahorros para emergencias?
Según Valora Analitik, el lugar para guardar el fondo de emergencia depende de la situación individual. Es vital asegurar su seguridad y accesibilidad, evitando la tentación de gastarlo en algo que no sea una emergencia. Las opciones incluyen una cuenta de banco o cooperativa de crédito, considerada la más segura; una tarjeta prepagada, independiente de una entidad financiera; o tener efectivo a mano, en casa o con un familiar de confianza. Cada persona puede escoger la alternativa que mejor se adapte a sus necesidades. Mantener el fondo de emergencia en un lugar adecuado brinda tranquilidad para afrontar imprevistos financieros con confianza.