En el mundo financiero, muchos jóvenes sienten un cierto temor al adentrarse en la vida crediticia debido a que puedan quedar reportados en Datacredito. Otros se aventuran sin tener conocimiento del manejo de esta clase de productos financieros que, bien manejados, pueden ser una gran opción para obtener liquidez.

Pero, en otros casos, pueden llegar a ser un arma de doble filo si no se usan responsablemente. Debido al desconocimiento en su uso o su uso excesivo, muchos terminan con deudas imposibles de pagar.

Nadie quisiera experimentar a una temprana edad los pasos engorrosos para escapar de los registros de riesgo. Sin embargo, en la actualidad, los bancos brindan variadas opciones para iniciar un camino en el mundo crediticio sin miedos, capitalizando cada beneficio disponible. Por supuesto, el ingrediente clave es la responsabilidad.

Debido al desconocimiento en su uso o su uso excesivo, muchos terminan en deudas imposibles de pagar. | Foto: Getty Images

La primera tarjeta de crédito puede ofrecer independencia, comodidad y oportunidades. Manejarla de manera responsable puede construir un historial crediticio saludable, lo cual será beneficioso para solicitar préstamos en el futuro. Aquí hay algunos puntos esenciales para aquellos que se embarcan en la aventura de la tarjeta de crédito por primera vez.

1. Conocimientos fundamentales sobre tarjetas de crédito

Una tarjeta de crédito otorga la capacidad de pedir dinero prestado para efectuar compras. El portal Saber más ser más explica que el banco establece un límite de crédito, que indica la máxima cantidad permitida para gastar con la tarjeta. Si se liquida el saldo completo cada mes, no se incurre en costos por el uso de la tarjeta. Pero, si se mantiene un saldo pendiente, se generan intereses. La tasa de interés, conocida como APR o tasa de porcentaje anual, depende del historial crediticio y del tipo de tarjeta.

Las tarjetas de crédito pueden convertirse en un arma de doble filo para las finanzas personales. | Foto: Getty Images

2. Control de gastos

Los prestamistas se aseguran de que los usuarios no gasten más de lo que pueden abarcar. El portal Better money habits asegura que un principio general para forjar un historial crediticio sólido es no gastar más del 30 % del límite de crédito. Evitar gastar en compras no presupuestadas con la tarjeta previene un uso abrupto de todo el crédito disponible. Usar la tarjeta para compras planificadas, buscar ofertas y tener un plan de pago antes de la compra es crucial.

3. Puntualidad en los pagos

Un solo pago atrasado puede tener graves consecuencias. Puede resultar en cargos por retraso y por intereses, e incluso en una tasa APR más elevada. Además, los pagos tardíos afectan negativamente el puntaje crediticio, lo cual dificulta obtener préstamos en el futuro. La configuración de pagos automáticos a través del sitio web o la aplicación móvil del banco asegura pagos puntuales aseguran los expertos de better money habits.

Close-up shot of female hand holding credit card using smartphone shopping and paying online at home. Close-up shot of technology concept. | Foto: SEMANA

4. Saldo completo

“La estrategia más sólida para evitar acumular deudas es pagar el saldo total,” aconseja Bank of America. Si no es posible, pagar más del mínimo requerido disminuye la deuda pendiente y ahorra en intereses. Maximizar los pagos mensuales puede resultar en ahorros significativos a largo plazo, dependiendo del saldo y la tasa APR.

5. Supervisión constante

Revisar las transacciones de la tarjeta es fundamental. Muchos bancos ofrecen servicios en línea y aplicaciones móviles para gestionar la tarjeta. Las alertas pueden notificar sobre cargos sospechosos, acercarse al límite de crédito y la fecha de pago. Reportar rápidamente si se pierde la tarjeta o si se observa una transacción dudosa es vital para prevenir fraudes.

Recuerde que debe investigar a fondo sobre el banco donde piensa obtener su primera tarjeta de crédito. El portal Aprende y crece explica que es más fácil que le den una tarjeta de crédito en el banco donde ya tiene una cuenta bancaria, ya sea de nómina o de cualquier otro producto, pero no debe ser el único factor que debe tener en cuenta.