Administrar las finanzas personales puede resultar difícil en ocasiones, pero en pareja puede volverse aún más complicado, dependiendo el momento.
En ese sentido, existen algunas alternativas que pueden ayudar a hacer más manejable la gestión del dinero con la pareja a través de la planificación, la comunicación, el cumplimiento de acuerdos, el control de deudas y la prevención.
De acuerdo con un informe de Bancolombia, es importante elaborar un presupuesto, controlar los gastos mensuales y asegurar recursos para el mantenimiento general del hogar.
Es necesario considerar que un presupuesto nos permitirá saber en qué se puede destinar al ahorro, el cual debe ser prioritario sobre los gastos y las metas planteadas a corto, mediano y largo plazo.
De igual manera, la planificación no es algo exclusivo de las grandes empresas. Pero como pareja, se pueden alcanzar metas más grandes y por eso la planificación es esencial para una buena salud financiera.
Por tal razón, la pareja debe acordar los planes y proyectos que quieren implementar, así como el tiempo en el que quieren desarrollarlos, para luego reflejarlos en su presupuesto.
También es importante desarrollar buenos hábitos financieros, concentrándose en cumplir con las responsabilidades y administrar su flujo de caja diario, semanal, mensual y anual.
Lo anterior permite identificar, por ejemplo, fugas y costos innecesarios. Es decir, si en una pareja uno ahorra y el otro compra, es necesario crear hábitos equilibrados que permitan hacer ambas cosas.
También es importante contar con un fondo de emergencia familiar del 5 % al 10 % de los ingresos mensuales. Estos recursos no deben utilizarse para ningún otro fin.
Asimismo, para asegurar una sana gestión financiera, la deuda asumida por la familia nunca debe exceder los ingresos totales del año en cuotas, excepto en los casos de proyectos que generen ingresos posteriores, como inversiones en bienes inmuebles, activos industriales o variables o fijos.
Del mismo modo, debe tenerse en cuenta que los objetivos de planificación deben dar lugar a objetivos que aseguren la justicia. Los ingresos no solo son importantes, sino que deben capitalizarse para crear un activo duradero que respalde cualquier revés económico.
Debe tenerse en cuenta que los objetivos de planificación deben dar lugar al objetivo de cobertura equitativa, que permiten planificar, priorizando el ahorro sobre los gastos y anticipándose a lo inesperado.
Esta misma disciplina se puede aplicar rigurosamente en la vida de pareja, logrando objetivos conjuntos que armonicen su presente y brinden tranquilidad a cada miembro de la familia.
Incluso en pareja, pueden verse afectados por gastos enormes, esas pequeñas cantidades de dinero que se gastan en placeres cotidianos o en cosas que no se utilizan. La dificultad es que al tratarse de pequeñas cantidades de dinero, los gastos suelen pasar desapercibidos.
En casa y fuera de ella, se puede sentir la necesidad de comprar algunos dulces, chocolates u otros gastos como cuidado del cabello que no se usarán, entre otras cosas. Estos son pequeños gastos que se van acumulando gradualmente cuando se suman.
Este tipo de consumo, más compulsivo que estratégico, puede impactar negativamente en el bolsillo de los usuarios. Se recomienda elegir un presupuesto mensual para estos gastos hormiga y empezar a sumar pequeñas compras para que este presupuesto conduzca a un límite de gasto. Un aspecto importante de las finanzas personales es la planificación.