El cuidado de una vivienda es un fundamental para mantenerla en buenas condiciones y evitar de esta forma el deterioro de su estado. Esta es una tarea que ayuda a prevenir cualquier problema que se pueda presentar y, por lo mismo, reduce el valor económico que pueda acarrear cualquier arreglo.

Sin embargo, esta labor de cuidado se complica cuando el inmueble se encuentra en arriendo. Para que las cosas queden claras y no se presente ningún inconveniente, por lo general el propietario y el inquilino firman un contrato de arrendamiento, documento que está regulado por la ley, principalmente en el Código Civil Colombiano.

Vivir en arriendo es la principal opción que tienen las personas ante las dificultades de comprar una casa propia. | Foto: Getty Images

“El contrato de arrendamiento de vivienda urbana es aquel por el cual dos partes se obligan recíprocamente, la una a conceder el goce de un inmueble urbano destinado a vivienda, total o parcialmente, y la otra a pagar por este goce un precio determinado”, menciona la Ley 820 del 2003.

A pesar de esto, hay ciertos aspectos como la cuota de administración, el estado en el que se encuentra el apartamento, las posibles remodelaciones, los daños, entre otros, que en algunas ocasiones no se mencionan en el contrato firmado por las dos partes, lo que en un futuro puede generar serios problemas.

¿Quién debe pintar el apartamento?

Pintar la vivienda es uno de los principales temas que se aborda después de que se termina el contrato. | Foto: Getty Images

Después de que se cumple el contrato y ninguna de las dos partes está interesada en alcanzar un nuevo acuerdo, uno de los puntos más importantes es la entrega del inmueble, lo que en ciertas oportunidades provoca discusiones, especialmente frente al deterioro en el aspecto en el que se encuentre la vivienda.

Por lo general, los problemas están relacionados con el estado de la pintura, que con el tiempo se puede ver “desgastada”, una cuestión que también aumenta dependiendo del trato que el inquilino haya tenido con el lugar.

En ese contexto se empieza a generar la duda: ¿quién debe pintar la vivienda? Es en ese momento cuando aparece como protagonista el Código Civil Colombiano y la ley mencionada, ya que en esta se establecen las obligaciones de cada una de las partes, por lo que en el caso de la pintura se deberá analizar el contexto en el que se dio el daño o deterioro.

Esto dice la ley

La ley establece claramente las obligaciones de cada una de las partes. | Foto: Javier Zayas

Por un lado, el Código indica que una de las obligaciones del arrendatario es “cuidar el inmueble y las cosas recibidas en arrendamiento. En caso de daños o deterioros distintos a los derivados del uso normal o de la acción del tiempo y que fueren imputables al mal uso del inmueble o a su propia culpa, efectuar oportunamente y por su cuenta las reparaciones o sustituciones necesarias”.

En pocas palabras, si la pintura resultó deteriorada por el mal uso que se le dio al inmueble, será el inquilino el que deberá pagar la pintura.

Por otra parte, la legislatura explica que una de las obligaciones del arrendador es “mantener en el inmueble los servicios, las cosas y los usos conexos y adicionales en buen estado de servir para el fin convenido en el contrato”. Eso quiere decir que si la pintura se vio afectada debido a fallas propias de la vivienda o el paso del tiempo, será el propietario el responsable de la pintada.

Así las cosas, tanto el arrendatario como el propietario serán los responsables de la pintada de la vivienda, pero todo variará dependiendo de las causas que generaron el desgaste.