Fuera de ser una de las metas financieras de muchas familias, tener un auto se ha convertido en una necesidad para facilitar la movilidad de los integrantes del hogar, realizar las diligencias cotidianas e inclusive para obtener ingresos adicionales.
Por otra parte, están quienes contemplan la posibilidad de vender su vehículo con el fin de tener unos recursos extra o para cambiar por un modelo más reciente. Sea cual sea la razón que origine esta decisión, es una opción que requiere tomar en consideración ciertos criterios para hacer una buena oferta.
Es así como el mercado de los carros usados es un segmento con una doble función: la de facilitar la compra de automotores a un precio más asequible y la de ser el espacio donde las personas puedan negociar su vehículo para recibir cierto capital.
Para los vendedores, uno de los puntos más complejos del proceso es definir un precio que responda a las condiciones del auto, pero que además le genere determinado margen de ganancia por la inversión que se realizó en un primer momento.
¿Cómo establecer el precio de un vehículo usado?
Lo fundamental a la hora de ponerle un valor al vehículo usado, antes de ofrecerlo en el mercado, es lograr encontrar un equilibrio entre un precio atractivo y un buen negocio, de acuerdo con lo indicado por el blog de Autofact.
En esta tarea puede ser de gran utilidad tener en cuenta determinados criterios, que permitirán acercarse a un valor razonable. Uno de los principales elementos que pueden servir de guía son las referencias similares disponibles actualmente en el mercado.
Lo anterior, según explica el referido blog, consiste en revisar los precios de los modelos más recientes del mismo vehículo y que ese número sirva de base para ajustar el precio del auto que se pondrá a la venta, considerando su respectiva desvalorización.
Justo esa es otra inquietud que puede surgir en el proceso: ¿cómo calcular la desvalorización de un automóvil? Al respecto, el portal de finanzas personales Oink Oink indica que al salir del concesionario los vehículos se desprecian hasta en promedio 27 % de su calor inicial, un valor que aumenta aproximadamente el 10 % anual.
Este último es un criterio válido sobre el que calcular el precio del vehículo usado: el tiempo que ha pasado desde su compra. Otro factor que generalmente es tomado en consideración por la industria automotriz es el kilometraje del carro. En este sentido, explica el mencionado portal, “entre más alto sea el kilometraje recorrido, el auto bajará de precio”.
De acuerdo con el portal Autofact, un rango óptimo sería que el kilometraje no exceda los 20.000 kilómetros.
Asimismo, es importante revisar minuciosamente el estado en el que se encuentra el carro, es decir, cerciorarse de que se entrega en las condiciones más favorables. O en caso contrario, detallar los golpes, enmendaduras e inclusive los daños provocados por accidentes de tránsito que impliquen una disminución sobre el precio final a negociar.
“Además, mientras más repuestos alternativos tenga el vehículo, más bajo debe ser el precio. Por el contrario, si el carro nunca ha sufrido accidentes, tendrá un mayor valor”, agregan los expertos del referido blog.
No solo es importante el aspecto exterior del vehículo, sino también que todo funcione correctamente en su interior. Como explica Oink Oink, uno de los aspectos que revisarán los compradores es que el motor esté en buen estado. Por ello, sugieren que el auto sea evaluado por un mecánico antes de ponerlo a la venta.
Finalmente, es crucial brindarle todas las garantías al próximo dueño del auto, entregando los documentos legales al día y realizando una transacción transparente.