Comprar un lote es una decisión importante y puede ser una excelente inversión, pero también puede conllevar riesgos si no se verifica adecuadamente la legalidad del terreno. En muchos casos, las personas se enfrentan a posibles estafadores que intentan vender lotes que no poseen o que tienen problemas legales. Para evitar caer en este tipo de situaciones, los expertos de Prodesarrolladores ofrecen una serie de recomendaciones para verificar la legalidad de un lote antes de realizar la compra.
El primer paso es corroborar la posesión del inmueble por parte del vendedor. Para ello, se puede acceder al servicio ofrecido por la Superintendencia de Notariado y Registro, ingresando el número de cédula de ciudadanía, cédula de extranjería, NIT o pasaporte de la persona. Mediante este servicio, por un valor de $ 10.000 pesos, se puede obtener información sobre todos los bienes inmuebles vinculados al documento de identidad, lo que permite identificar la tenencia de la tierra por parte del propietario y verificar la solvencia de un deudor o fiador en casos de herencias o demandas civiles.
Es igualmente importante comprobar las condiciones físicas del predio. Para determinar el valor económico y atractivo del lote, es necesario evaluar factores como las posibilidades de acceso, las probabilidades de desastres naturales y la cultura vecinal en la zona. Se recomienda realizar un estudio geográfico o asesorarse con la oficina de planeación urbana municipal para indagar sobre posibles riesgos, como inundaciones o derrumbes, y cerciorarse de que el lote se encuentre cerca de servicios públicos domiciliarios como luz, acueducto y recolección de desechos sólidos.
Asimismo, es fundamental rectificar las delimitaciones del lote. Se debe revisar si el predio está sometido a desenglobe, es decir, si forma parte de una extensión de terreno más grande que se va a vender en porciones. En este caso, es necesario constatar que el terreno se está vendiendo delimitado y separado del resto. Para ello, se puede solicitar el certificado de libertad y tradición, que proporciona información sobre la matrícula inmobiliaria individual, los linderos del lote y su disponibilidad para la venta.
Además, es esencial consultar el uso y el área de construcción del lote. Se debe averiguar si la zona es residencial o industrial para definir con exactitud el área permitida para construir. En algunas zonas urbanísticas, existen parámetros mínimos que limitan las áreas de construcción real.
Solicitar la resolución de urbanismo y la licencia de construcción también es necesario para evaluar el índice de construcción y verificar si el espacio está apto para la construcción. La licencia de construcción es un permiso otorgado por el ente distrital o municipal, de acuerdo con lo previsto en el Plan de Ordenamiento Territorial.
Finalmente, es recomendable asesorarse con un banco o un abogado para realizar un estudio de títulos. Este examen válida y comprueba las escrituras de los últimos 10 años para asegurar la legalidad del lote. Además, es importante redactar y gestionar un documento jurídico que establezca las obligaciones y consecuencias del incumplimiento entre las partes, lo que garantizará una compra segura del inmueble.
Comprar un lote sin verificar su legalidad puede conllevar riesgos significativos para el comprador. Uno de los principales peligros es caer en una estafa, donde individuos inescrupulosos intentan vender terrenos que no les pertenecen o que tienen problemas legales pendientes. Esto podría resultar en la pérdida total del dinero invertido y dejar al comprador sin ninguna propiedad real.
Además, en el caso de que el lote tenga conflictos legales, el nuevo propietario podría enfrentarse a disputas legales costosas y prolongadas, lo que afectaría su estabilidad financiera y emocional.
Otro riesgo al adquirir un lote sin asegurar su legalidad es la posible imposibilidad de construir o utilizar el terreno para los fines deseados. Si el lote no cuenta con los permisos y licencias adecuadas, el comprador podría encontrarse con restricciones legales que le impidan construir una vivienda, un negocio o cualquier otra estructura en el terreno.
Esto limitaría seriamente la utilidad y el valor del lote, haciendo que la inversión no sea rentable y afectando negativamente los planes y proyectos del comprador. En última instancia, la falta de legalidad podría llevar a la pérdida de tiempo, esfuerzo y recursos, generando una situación frustrante y desfavorable para la persona que compró el lote sin precauciones.