Cada vez es más común que se utilice el nombre de otra persona para robar o extraer información confidencial. De hecho, según la Dijín, durante 2020 la suplantación de identidad se disparó 409 % en el país y se estima, de acuerdo con la firma PricewaterhouseCoopers, que, a nivel global, el 47 % de las compañías han experimentado fraudes de este tipo.
Y aunque el mundo ha avanzado en términos de implementación de tecnologías de ciberseguridad luego de la pandemia, este tema sigue siendo un dolor de cabeza para las compañías, especialmente en vísperas de las festividades decembrinas, temporada en la que las estafas se disparan debido al alto flujo de dinero que tienen los negocios.
De acuerdo con Luis Miguel González, director general de AutenTIC, plataforma especializada en firma electrónica y experta en este tema, “son múltiples los escenarios en donde se presentan suplantaciones: uno, es el robo de identidad para sacar a su nombre líneas celulares y a partir de allí, solicitar créditos y hasta adquirir obligaciones haciéndose pasar por alguien más. Otro, es la suplantación de codeudores para tomar pólizas de seguro. Y así muchos otros casos”.
En ese sentido, a continuación, algunas recomendaciones para tener en cuenta para combatir estas amenazas:
Nunca dar o prestar claves de acceso a correos electrónicos personales o empresariales: el correo electrónico es hoy en día un mecanismo muy usado de autenticación, al cual se envían claves o códigos de verificación para la firma de documentos electrónicos y/o aceptación de diferentes servicios. Así que si otras personas conocen nuestras claves, incluso familiares o amigos, somos altamente susceptibles a la suplantación de identidad.
Verificar links: se debe verificar que el enlace para adelantar cualquier trámite electrónico sea el de una entidad de confianza antes de navegar en él o dejar datos. Un ciberdelincuente puede fácilmente crear una URL simulando ser un banco o una plataforma de firma electrónica confiable.
Usar servicios seguros de firma electrónica: a la hora de suscribir cualquier tipo de contrato o acuerdo electrónico, se deben usar firmas digitales o electrónicas seguras. Por ningún motivo se deben aceptar o solicitar firmas escaneadas o digitalizadas, ya que se corre un altísimo riesgo de suplantación.
Son muy pocas, pero algunas compañías hoy día aún usan la imagen de la firma para suscribir acuerdos, exponiéndose a un riesgo de ciberseguridad muy alto.
Cualquier transacción digital debe hacerse a través de un equipo seguro y personal: la recomendación es realizar este tipo de procesos desde su propio computador o celular.