Con el inició de la pandemia de la covid-19 en el 2020, que aumentó la virtualidad en el país, también se ha visto un incremento en los fraudes financieros. Entidades bancarias, retails o fintechs se enfrenta a diario a diferentes modalidades de delitos como el vishing, phishing o robo de identidad, que a diario denuncian los colombianos.

De acuerdo con la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras (Asobancaria), al menos cuatro de cada diez fraudes que se cometen en el sector financiero se hacen a través de canales digitales. A esto, habría que sumarle los datos del Centro Cibernético de la Policía Nacional, que para el año pasado recibió más de 40.700 denuncias relacionadas con delitos financieros, lo que significó cerca de cinco llamadas por hora.

Teniendo en cuenta este panorama, la fintech colombiana Enbanca desarrolló una APl de prevención de fraude que puede ser usada por cualquier banco, fintechs o comercios en su proceso de onboarding digital y validación de identidad para la prevención de fraudes, ya que permite aumentar la información sobre comportamientos sospechosos, usuarios, direcciones IPs, dispositivos, números móviles, emails, SMS, entre otras cosas.

La CEO de la compañía, Janeth Murillo, explicó que esta herramienta de seguridad funciona a través de un algoritmo propio que combina diferentes fuentes de información para levantar alertas y personalizar el proceso de registro para cada persona dependiendo el nivel de riesgo identificado.

“Utilizamos tecnologías KYC (conocimiento del cliente) con uso de biometría y análisis de comportamiento, tanto automatizadas con inteligencia artificial y asistidas en forma de entrevista por demanda con un equipo de riesgo”, resaltó Janeth Murillo.

Básicamente, las plataformas que permiten transacciones digitales tienen un proceso de registro que tiene como objetivo identificar la persona que está al otro lado de un dispositivo.

De acuerdo con Asobancaria, al menos cuatro de cada diez fraudes que se cometen en el sector financiero se hacen a través de canales digitales. | Foto: Getty Images

En este proceso existen diferentes situaciones que pueden generar alertas tempranas sobre posibles intentos de fraude y su relación con las tecnologías de conocimiento del cliente, como, por ejemplo, que la persona no es quien dice ser o la persona se está registrando con sus datos personales, pero con diferentes datos de contacto.

En el primer caso, el sistema de seguridad de Enbanca entraría a actuar haciendo un análisis de información básica entregada por la persona que se está registrando y al contrastar con los datos que se consultan en fuentes externas, su algoritmo envía alertas y personaliza el proceso de registro, jugando con los conceptos de fricción versus riesgo.

A medida que se levantan más indicadores de riesgo, se activan requerimientos adicionales en el proceso, hasta llegar al bloqueo de cuentas en caso de encontrar muchas inconsistencias en la información.

Según Kaspersky, una de cada dos transacciones fraudulentas en el sector financiero se debió al robo de cuentas corrientes. | Foto: Getty Images

En el segundo caso, el sistema hace una validación inicial de la confiabilidad de los datos de contacto por sí solos, en relación con la persona que hay detrás de ese proceso y una calificación de dichas aserciones.

Janeth Murillo, CEO de Enbanca, también señaló que la compañía tiene el propósito de ser un centro de data y seguridad con esta herramienta, ya que al no tener una plataforma de originación de créditos podría ser un custodio de información de valor para usar en su proceso de prevención de fraude.

En ese sentido, el objetivo de la compañía para fin de año es encontrar aliados para el ecosistema colaborativo y generar lazos de confianza entre las fintechs, los ecommerce, telcos y las entidades bancarias.

De acuerdo con un informe realizado el año pasado por Kaspersky, una de cada dos transacciones fraudulentas en el sector financiero se debió al robo de cuentas corrientes y la proporción de estos incidentes aumentó del 34 % en 2019 al 54 % en 2020. Sin embargo, aún se requiere para combatir este flagelo la prevención y el trabajo de todos los actores del ecosistema.