Los cajeros automáticos son uno de los medios más utilizados en Colombia para retiros y movimientos de dinero. A pesar del crecimiento que han tenido las aplicaciones móviles y los canales digitales, la mayoría de los colombianos hacen uso regular de estas máquinas para manejar sus finanzas.
En ese sentido, aprender a identificar las señales de un cajero intervenido ayuda a los usuarios a cuidar su flujo de dinero en el corto plazo. Existen 4 pasos elementales que expertos y autoridades recomiendan para determinar si un cajero ha sido adulterado y evitar ser víctima de estos delitos:
- Paso 1. Características de la superficie de la máquina: evaluar si el diseño original del cajero ha tenido alguna modificación es el primer ejercicio para identificar el riesgo. Mirar cada parte del aparato: la pantalla, el teclado, el lector de tarjeta y la ranura de efectivo, para establecer si estas conservan sus marcos originales o si, por el contrario, tienen algún tipo de alteración.
- Paso 2. Un entorno sospechoso: en ocasiones, las alteraciones a los cajeros se hacen con tanta precisión que pueden llegar a ser casi imperceptibles. Por esta razón, si el usuario identifica que está siendo observado o seguido, debe considerar posponer su operación.
- Paso 3. Buscar desproporciones: si el usuario percibe que alguna de las partes del cajero es más grande de lo habitual o no tiene armonía con el resto de la máquina, ya sea por el material, el color o la forma en que está ensamblado, o desconfía de que el diseño auténtico del cajero sea de esa forma, es probable que esté frente a un cajero alterado.
- Paso 4. Partes poco fijas: ya que una de las modalidades más recurrentes consiste en sobreponer artefactos en alguna de las partes del cajero -micro cámaras para leer las claves o sensores para clonar bandas magnéticas-, es importante verificar si hay piezas sueltas en la máquina, que sean visiblemente diferentes de las partes originales. Incluso, si se percibe que las teclas están sueltas, el soporte para introducir la tarjeta no es firme o el marco de la ranura del efectivo no es estable, se recomienda cancelar la transacción y alertar a la entidad bancaria o a las autoridades de inmediato.
Estos son los peligros de meter su tarjeta en un cajero automático
La inserción de tarjetas en los cajeros automáticos de Colombia puede exponer a ciertos riesgos que no deben ser pasados por alto. Aunque estos dispositivos brindan una solución conveniente para obtener efectivo y llevar a cabo operaciones bancarias, es crucial estar alerta y tomar medidas de precaución para salvaguardar tanto la seguridad financiera como personal. Entre las amenazas que se asocian con este proceso, se destacan:
Clonación de tarjetas: los cajeros automáticos pueden ser vulnerables a dispositivos de clonación y skimming, que capturan la información de la banda magnética de la tarjeta. Este tipo de actividad ilícita permitiría a los delincuentes acceder a los datos de la tarjeta y llevar a cabo transacciones fraudulentas.
Robo de código PIN: con frecuencia, los delincuentes utilizan aparatos pequeños, como cámaras ocultas o teclados falsos para obtener los códigos PIN de los usuarios. Esta información comprometida podría ser utilizada para ingresar a la cuenta y efectuar retiros no autorizados.
Phishing y fraudes electrónicos: los cajeros automáticos pueden ser el blanco de estafadores que intentan inducir a los usuarios a compartir información personal, como los números de tarjeta y los PIN, mediante correos electrónicos falsos o mensajes de texto fraudulentos.
Retiros erróneos: en ocasiones, los cajeros automáticos pueden experimentar fallos técnicos que resultan en retiros incorrectos o transacciones incompletas. Esto puede originar problemas y generar discrepancias en los registros financieros.
Falta de privacidad: algunos cajeros automáticos pueden estar emplazados en zonas con escasa privacidad, lo que podría exponer a los usuarios a observadores no deseados capaces de memorizar la información de su tarjeta o PIN.
Robo o asalto: si un cajero automático está ubicado en un área considerada peligrosa o con poca iluminación, los usuarios podrían estar en riesgo de robo o asalto al utilizar el dispositivo.