De acuerdo con un estudio internacional, en promedio hay un 10% de incumplimiento en los pagos y un 40% de morosidad en los colegios, debido a que la mayoría de instituciones aún se basan en recibos bancarios, administración de efectivo y hojas de cálculo para manejar la cobranza.
La pandemia dejó en toda Latinoamérica una serie de problemas y retos en la educación básica y media que deben ser asumidos por los actores del ecosistema, desde entidades públicas hasta directivos y maestros.
En Colombia, por ejemplo, la última Gran Encuesta de Opinión en Educación, realizada por la Fundación Empresarios por la Educación y en alianza con la firma encuestadora Cifras y Conceptos, encontró que el 39% de los padres en el país cree que la calidad de la educación ha disminuido y más del 60% está convencido de que sus hijos se le olvidaron los temas ya aprendidos antes del 2020.
Estos problemas también se deben a la falta de tiempo para que las instituciones desarrollen verdaderas estrategias educativas para mejorar la calidad, los contenidos y los procesos de enseñanza.
Esta situación, en gran medida, se presenta por la sobrecarga administrativa que tanto colegios privados como públicos suelen tener.
Por esa razón, dice el estudio que las tecnologías cada vez son más necesarias en la educación, ya que al digitalizar y automatizar los procesos administrativos se logra gestionar de manera más eficiente las instituciones, permitiendo tener mayor tiempo y recursos para dedicarle a la enseñanza de los alumnos.
Nicolás Giménez, cofundador de Fidu, señaló que uno de los mayores inconvenientes administrativos y que requiere de una alta dedicación mes a mes es el de las cobranzas, “ya que la mayoría de las escuelas aún se basan en recibos bancarios, administración de efectivo y hojas de cálculo para administrar este tipo de transacciones. Y en nuestro avance por la región hemos descubierto que 70% del tiempo de los directivos y administradores se dedica a resolver problemas operativos, mientras que en promedio dos de cada cinco pagos en las escuelas no logran conciliar, además mes a mes hay un 10% de incumplimiento en los mismos y 40% de morosidad”.
De esta manera, diferentes colegios internacionales adoptan medidas que les permiten a las escuelas ofrecer diferentes medios de pago como tarjeta de crédito, débito, transferencia bancaria, e incluso, efectivo en puntos de cobro brindando mayor visibilidad y la posibilidad de realizar seguimiento a cada una de las familias de manera automática y eficiente.
“Lo que buscamos es ofrecer soluciones financieras más justas, simples y accesibles, de esta manera, desarrollamos una herramienta digital que le permite a las instituciones realizar el seguimiento de deuda de forma automática, lo cual, agiliza el tiempo que los equipos administrativos le dedican a estos procesos que suelen hacerse de forma manual”, agregó Giménez.
Asimismo, dentro de la Gran Encuesta de Opinión en Educación, diferentes expertos señalaron la necesidad de tener en cuenta puntos, como por ejemplo que los docentes tienen un rol fundamental en la educación; existen brechas de inequidad; se requiere un plan para nivelar el aprendizaje perdido y es necesario fortalecer la relación entre padre e instituciones educativas.
Con esta inyección de capital, los colegios buscan mejorar su solución digital, consolidarse en los mercados a los que llegaron, como el colombiano, e impulsar a los educadores y directivos de instituciones de América Latina a tener nuevas herramientas que les permitan mejorar los sistemas de enseñanza en la región.