La incesante inflación que presentó la economía nacional durante inicio de año, afectó gravemente el precio de distintos elementos claves en el día a día de los colombianos, en especial en lo referente al consumo, ya sea para servicios o para alimentos.
Esto generó gran preocupación para los ciudadanos y su bolsillo, que constantemente sufrieron distintas presiones, al menos hasta el mes de mayo, cuando la situación inflacionaria pareció empezar a ingresar en un periodo de relajación.
A partir de este mes mencionado, las dificultades económicas parecieron llegar a un techo que si bien era proyectado, empezaba a convertirse en una urgencia, para esperar un descenso progresivo de precio para algunos alimentos.
Esta problemática se extendió a nivel continental; de hecho, según un estudio realizado por la firma Kantar, estos efectos son compartidos en países como El Salvador, México, Chile, Perú, Argentina y más naciones que fueron analizadas, de acuerdo con las tendencias sociales que se vienen presenciando en estas regiones, encontrando que los precios de alimentos en América Latina han registrado un aumento de hasta el 43,9 % en promedio.
Sin embargo, desde hace un par de meses ya se empezaron a ver ligeras mejorías en materia de precio para algunos alimentos, tales como a remolacha, el pimentón, el apio, la zanahoria, el repollo blanco, la lechuga Batavia, la auyama, la arveja verde en vaina y el chócolo mazorca, de acuerdo al informe del DANE presentado a través del Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario (SIPSA).
Cabe aclarar aun así, que esto no se debe solamente al descenso de la inflación, sino en un aumento en la oferta de algunos alimentos, como lo expresó Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda y Crédito Público:
“Hay un mejor abastecimiento en el país. Los productos como frutas y verduras vienen bajando de precio, hay más cosecha y están llegando a las centrales de abasto y a las tiendas. El país está abastecido y los colombianos están comprando”, aseguró Bonilla de manera optimista.
Por ende, es importante enfatizar que, el hecho de que la inflación haya bajado durante estos 2 últimos meses no se traduce directamente en que todos los precios presentarán una disminución, sino que los productos podrían seguir aumento su costo, solo que a un ritmo más lento, un valor que si presentaría disminuciones progresivas durante el año, en caso de que la inflación continúe su descenso durante los próximos meses.
Sin embargo, siguen siendo destacables estos descensos en cotización, como el aportado recientemente por parte de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria, entidad que a través de su Boletín de Precios de Productos Agropecuarios, dio a conocer que por primera vez en los últimos 3 meses, hubo disminución en las cotizaciones de carnes de res y de cerdo, como también variaciones de pescado resaltando el bagre, tilapia, róbalo filete congelado, y el salmón filete congelado.
Más concretamente resaltaron el descenso en: lomo de brazo, lomo fino, morrillo, pecho, sobrebarriga, bola de pierna, cadera, centro de pierna, y cortes de brazo, pernil, o lomo con y sin hueso en lo referente al cerdo.
Otros alimentos con disminución
En cuanto a los tubérculos, las raíces y los plátanos, los informes resaltan descensos de precio en variedades de papas negras, pero también una variación inferior al 10 % en su mayoría.
La papa es buena referencia de lo mencionado por parte de Bonilla, que expresó que en el caso de la papa superior y única, se debió a un mayor ingreso de producto por la salida de cosechas en las zonas de producción de Saboyá, Sutamarchán, Siachoque, Santa Rosa de Viterbo, Toca (Boyacá), Chitagá, Cerrito (Santander), Túquerres, Ipiales, Pasto (Nariño) y Ubaté (Cundinamarca).
Finalmente, el informe también resalta la importancia de frutas como el limón Tahití, maracuyá, guayaba, guanábana, fresa, piña, banano criollo, durazno, y aguacate papelillo, como los que hacen parte de estos descensos en precios.