Mantener unas finanzas sanas en el hogar o en la vida personal es esencial para asegurar la estabilidad económica, la tranquilidad y el bienestar a largo plazo. Una gestión adecuada del dinero no solo garantiza la capacidad de cubrir las necesidades básicas, sino que también brinda la libertad de enfrentar situaciones imprevistas con confianza. Las finanzas saludables permiten establecer metas financieras realistas, planificar para el futuro y reducir el estrés relacionado con problemas económicos.
Además, una base financiera sólida proporciona la capacidad de tomar decisiones informadas sobre inversiones y oportunidades que pueden contribuir al crecimiento y el éxito a largo plazo. En última instancia, el cuidado de las finanzas personales no solo beneficia a nivel individual, sino que también contribuye a una economía más sólida y resistente en el país.
No obstante, un reciente estudio dejó claro que la salud financiera de los colombianos está siendo afectada por una serie de “enfermedades” que dificultan la gestión adecuada de sus recursos. Según la firma Patrimonio Consulting Services, especializada en coaching financiero, estas condiciones afectan a una amplia variedad de personas, incluyendo a gerentes de compañías que, aunque son expertos en manejar el dinero de otros, pueden fallar en administrar sus propias finanzas de manera adecuada.
La importancia de la salud financiera personal no debe subestimarse, ya que tiene un impacto directo en la estabilidad económica del país en su conjunto. Hugo Infante, uno de los conferencistas de Patrimonio Consulting Services, destaca que una economía sólida se construye sobre la base de personas financieramente saludables y una cultura de previsión.
“Basta con recordar la crisis que enfrentaron muchas familias en Estados Unidos debido a la falta de conocimiento financiero, lo que resultó en riesgos excesivos y graves consecuencias, llegando incluso a revivir el fantasma de la recesión, desconociendo que las múltiples soluciones parten de tener una correcta educación en finanzas personales”, dijo el experto.
El análisis realizado por la firma revela que existen seis enfermedades financieras comunes que afectan a los colombianos en diversos grados:
Adicción al gasto: esta condición se manifiesta cuando las personas gastan de manera irracional, impulsiva y sin considerar el impacto a largo plazo. Las estrategias de marketing que explotan las debilidades emocionales de los consumidores pueden llevar a comportamientos adictivos al gasto. Los expertos financieros advierten que este comportamiento puede generar graves problemas a largo plazo y recomiendan aprender a ser consciente de los gastos y evaluar su impacto antes de tomar decisiones.
Laberintitis monetaria: la falta de un plan financiero integral afecta al 85 % de los colombianos, lo que conduce a la desorientación y la falta de objetivos claros. Un plan financiero sólido implica establecer metas concretas y asignar ingresos específicos para cumplirlas. Sin un plan, las personas tienden a gastar sin rumbo y a involucrarse en proyectos e inversiones sin evaluar adecuadamente sus efectos a largo plazo.
Síndrome de las vacas gordas: la situación financiera aparentemente saludable puede ocultar problemas subyacentes, incluso en momentos de bonanza económica, ya que es fundamental revisar regularmente la salud financiera de la familia y establecer un análisis de riesgo en caso de pérdida de ingresos inesperada. La falta de una evaluación constante puede llevar a decisiones financieras irresponsables en el futuro.
Dislexia inversionista: antes de considerar inversiones, es necesario tener una base financiera sólida, ya que saltar pasos y no establecer primero una base financiera adecuada puede llevar a malas decisiones de inversión. Una estrategia sólida implica asegurarse de que los gastos necesarios estén cubiertos antes de considerar invertir.
Miopía financiera: en Colombia, no es común que las familias busquen asesoramiento financiero independiente. En su lugar, confían en proveedores de servicios y pólizas que pueden proporcionar información sesgada. La falta de asesoramiento independiente puede llevar a una visión a corto plazo y a la toma de decisiones financieras desinformadas.
Automedicación financiera: muchos inversores eligen esquemas de inversión sin asesoramiento profesional, lo que puede resultar en decisiones riesgosas y poco informadas. La creencia en la propia capacidad de tomar decisiones financieras puede llevar a caer en esquemas de inversión fraudulentos. Los expertos independientes y la educación financiera son antídotos esenciales para evitar riesgos innecesarios.
La firma responsable de este estudio concluyó diciendo que las “enfermedades financieras” ya mencionadas están afectando a los colombianos en diversos aspectos de sus vidas. La falta de educación financiera, la impulsividad en el gasto y la carencia de un enfoque a largo plazo son factores clave que contribuyen a estas condiciones.
Así mismo, subrayaron la importancia de la educación financiera, la búsqueda de asesoramiento independiente y la planificación cuidadosa para garantizar la salud financiera y el bienestar económico en el futuro.