El interés por adquirir un vehículo en Colombia es un tema que ha estado en constante crecimiento a lo largo de los años y la flexibilidad del mercado automovilístico colombiano ofrece una amplia variedad de opciones para aquellos que desean convertirse en conductores; teniendo en cuenta aspectos como la comodidad y las características que puede ofrecer cada uno de estos productos.
Ya sea la elección de un vehículo cero kilómetros directamente desde el concesionario o la exploración de opciones de segunda, tercera o incluso cuarta mano en el mercado de autos usados; los colombianos tienen una serie de caminos para cumplir el sueño de tener su propio carro.
La elección de un vehículo en Colombia, como en cualquier parte del mundo, implica una serie de consideraciones. Una de las primeras decisiones que los compradores deben tomar es si desean un carro nuevo o uno usado. El mercado de carros usados en Colombia es muy amplio y puede ser una opción atractiva para aquellos que buscan ahorrar dinero en la compra de un vehículo. Además, existen diferentes categorías de vehículos según su gama, que varían desde modelos de gama baja hasta vehículos de lujo de gama alta.
El segmento de gama baja en Colombia ofrece una amplia gama de opciones para los compradores conscientes del presupuesto. Los vehículos usados de esta categoría pueden tener precios que oscilan entre los 10 y los 30 millones de pesos colombianos. La variación en los precios se debe a factores como el estado del vehículo, el kilometraje, el modelo y la documentación del carro. Por lo general, a medida que aumenta el kilometraje y disminuye el estado general del vehículo, el precio tiende a ser más bajo.
En el caso de los vehículos de gama media, los precios pueden variar significativamente según sean nuevos o usados. Un carro de gama media usado, con un kilometraje en el rango de 60,000 a 100,000 kilómetros, puede tener un precio que va desde los 28 hasta los 42 millones de pesos colombianos. En contraste, un vehículo de gama media nuevo podría tener un precio que oscila entre los 55 y los 75 millones de pesos colombianos, aproximadamente.
Finalmente, el segmento de gama alta en el mercado automovilístico colombiano presenta opciones de lujo que superan los 70 millones de pesos colombianos. Estos vehículos pueden tener precios que van desde los 125 hasta los 210 millones de pesos colombianos. Los automóviles de gama alta tienden a mantener su valor con el tiempo, lo que significa que un vehículo de este segmento con un alto kilometraje aún puede mantener un precio considerablemente alto en comparación con los modelos de gama media.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los gastos de mantenimiento e impuestos asociados a estos vehículos suelen ser significativamente más altos, lo que puede hacer que esta categoría sea inaccesible para quienes tienen ingresos limitados.
El precio no lo es todo
Además del precio de compra, hay una serie de aspectos adicionales que los compradores deben tener en cuenta al adquirir un vehículo en Colombia. Estos factores pueden tener un impacto significativo en el costo total de propiedad y en la satisfacción del propietario a lo largo del tiempo.
Uno de los más importantes a considerar es el costo del seguro, puesto que todos los vehículos en el país deben estar asegurados, y el precio del seguro puede variar considerablemente según el modelo del vehículo, su valor declarado y otros factores. Los compradores deben investigar y comparar las tasas de diferentes compañías de seguros para encontrar la mejor oferta que se adapte a sus necesidades.
Otro aspecto crucial es el costo del mantenimiento, ya que los vehículos requieren un mantenimiento regular para mantenerse en buen estado de funcionamiento y prolongar su vida útil y estos pueden incluir cambios de aceite, reparaciones mecánicas, inspecciones técnicas y reemplazo de piezas desgastadas. Algunos modelos de automóviles pueden tener costos de mantenimiento más altos que otros, por lo que es importante investigar y presupuestar esta parte antes de la compra.
Por último, los compradores deben considerar los impuestos y tarifas asociados con la propiedad de un vehículo y es aquí donde se revisan temas como el impuesto de circulación, que varía según el valor y la antigüedad del vehículo, así como las tarifas de peaje y estacionamiento. Es fundamental tener en cuenta estos costos adicionales para evitar sorpresas desagradables después de la compra.