Cuando se habla de datos personales se hace referencia a toda aquella información asociada a una persona y que permite su identificación.

Por ejemplo, el documento de identidad, el lugar de nacimiento, estado civil, edad, lugar de residencia, trayectoria académica, laboral, o profesional. Existe también información más sensible como su estado de salud, sus características físicas, ideología política, vida sexual, entre otros aspectos.

Los datos personales conforman la información necesaria para que una persona pueda interactuar con otras o con una o más empresas y/o entidades para que sea plenamente individualizada del resto de la sociedad, haciendo posible la generación de flujos de información que contribuyen con el crecimiento económico y el mejoramiento de bienes y servicios.

Así, por ejemplo, cuando hacemos una solicitud de crédito ante una entidad financiera, se requiere diligenciar formularios con nuestra información personal, o cuando realizamos una compra y para realizar la factura de venta, solicitan datos como el número de documento de identidad, correo electrónico, dirección y teléfono de contacto, entre otros.

Cuando se hace una solicitud de crédito ante una entidad financiera, se requiere diligenciar formularios con nuestra información personal, o cuando realizamos una compra y para realizar la factura de venta. | Foto: Getty Images

En muchos casos, el descuido del titular o dueño de los datos facilita su robo y la consecuente suplantación. Como medida de protección, la Superintendencia de Industria y Comercio, en su rol como entidad encargada de la Protección de Datos Personales, recomienda a la ciudadanía tener en cuenta la siguiente información:

Recomendaciones:

  • Cambiar con frecuencia las claves de correos electrónicos y productos financieros.
  • No entregar información personal en llamadas telefónicas, o mensajes de WhatsApp que ofrecen premios, promociones u otras cosas.
  • Denunciar la pérdida de documentos ante las autoridades.
  • No abrir correos electrónicos de fuentes desconocidas o no confirmadas.
  • No dictar por teléfono los datos personales, especialmente sus claves.
  • Cerrar adecuadamente las aplicaciones en los dispositivos móviles.

Para saber si ha sido suplantado se puede:

  • Consultar una vez al mes la información reportada sobre el usuario en las centrales de riesgo; es gratis.
  • Verificar periódicamente con el operador de telecomunicaciones la cantidad de productos que tiene activos a nombre de la persona.
  • Sospechar de cualquier llamada de verificación de datos o de casas de cobranza donde le pregunten por deudas que no ha adquirido.

Si el usuario ha sido suplantado:

  • Presentar un reclamo ante la empresa donde ocurrió la suplantación.
  • Radicar una alerta de suplantación de identidad ante centrales de información financiera como CIFIN, DATACRÉDITO, PROCRÉDITO.
  • Verificar ante dichas centrales quiénes han consultado su historial crediticio e informe a esas empresas o personas que ha sido suplantado