Desde hace varios años, el Gobierno nacional, junto a las diferentes administraciones distritales, ha lanzado programas sociales con los que busca ayudar a poblaciones vulnerables o que no cuentan con ingresos para sostener sus necesidades primarias, como lo son el alimento, la vivienda, entre otras.
El ingreso mínimo garantizado fue uno de esos programas diseñado por la Secretaría de Integración Social de Bogotá, y con el que giran cierto monto de dinero a los hogares pobres y vulnerables de la ciudad, para contribuir al aumento de ingresos de familias y con ello la disminución de los índices de pobreza en la capital.
Cerca de 280.000 hogares son beneficiarios del programa, que complementa otros beneficios que entrega la actual alcaldía, como lo son el programa Adulto Mayor, Jóvenes a la U, Mujeres que Reverdecen y Parceros por Bogotá.
Este beneficio toma en cuenta la base de datos del Sisbén IV, con la que determina a los potenciales beneficiarios. Para este programa solo se incluyen quienes estén en los grupos A o B de esta clasificación. De acuerdo con la Secretaría de Integración Social, la inversión del beneficio es cercana a los $ 51.000 millones.
Dicha suma se integra al presupuesto girado durante todo el año para estas familias, que se totaliza en 562.000 millones de pesos. Los pagos serán hechos de manera escalonada y se notificarán a través de mensajes de texto.
Si desea saber si actualmente es beneficiario, deberá ingresar al portal oficial de la Secretaría de Integración Social y allí dirigirse al apartado de ‘Ingreso Mínimo Garantizado’. Luego deberá hacer clic en el apartado ‘Consulta las ayudas y si eres beneficiario’.
Tenga en cuenta que no es necesario inscribirse para acceder a las transferencias y solo se debe cumplir con los requisitos del programa. Necesitará tener una cuenta activa en entidades financieras o billeteras virtuales como Nequi, Dale, Bancolombia a la Mano, Powwi y MOVii.
De acuerdo con la Secretaría, el beneficio no desincentiva la participación en el mercado laboral y en la población con pobreza extrema se estima un aumento del 14,4 %. La inserción laboral además se da principalmente en actividades informales, lo que representa un aumento del 18 %.
Por su parte, la inseguridad alimentaria es otro indicador que se reduce con este incentivo, pues la estrategia hace que este fenómeno caiga un 25,1 % en la inseguridad severa y un 14,8 % en la inseguridad moderada.
Respecto al gasto de los hogares, el programa también genera impactos positivos y significativos en el gasto. Se evidencian aumentos del 27 % en el gasto de alimentos, además de un 27,1 % en el gasto en vivienda y el 28,4 % en el gasto total para la población en pobreza extrema.
El programa también representa un beneficio para los jóvenes, pues en hogares con pobreza moderada y vulnerables, la proporción de ‘ninis’, que son jóvenes que ni estudian ni trabajan, se cayó entre un 17 % y un 30,8 %.
El subsidio a exmadres comunitarias es otro de los beneficios que entrega el Gobierno nacional. Recientemente, el presidente Petro firmó un decreto que permitirá duplicar la asignación monetaria que era entregada. Ese hecho sucedió el pasado 15 de diciembre.
De acuerdo con la media que autorizó el mandatario colombiano para su aplicación, permitirá garantizar un incremento del subsidio mensual, pasando de $ 498.000 a hasta $ 1.102.000.
Además, dentro de los alcances que se conocieron del decreto, el incentivo económico tendrá características de retroactividad desde el mes de julio, impactando a cerca de 5.200 mujeres que integran las ayudas sociales del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).