Dentro de un plan financiero, uno de los puntos que se tienen a consideración es el propósito de una meta u objetivo, en el que puede figurar el pago de estudios profesionales, un viaje internacional, la compra de una casa o un carro, entre otros, según la capacidad de ingresos que tenga cada individuo.
En cuanto a la compra de un vehículo, se debe tener en cuenta que para adquirirlo se necesita de una serie de documentos y, luego de esto, aprender a invertir para el mantenimiento del medio de trasporte, lo que no es relativamente sencillo y mucho menos barato.
Si bien, hay un grupo de personas que entre sus sueños más importantes se encuentra la compra de un automóvil, el impacto que tiene el hecho de efectuar la transacción para el instrumento de movilidad puede ser significativo, en términos económicos.
Tener un carro trae consigno beneficios, como la comodidad para transportarse de un lado al otro o la posibilidad de llevar a cabo viajes con plena libertad. Sin embargo, de otro lado, expertos dicen que no hay que dejarse enceguecer por los lujos de los automóviles, debido a que “puede ser una carga financiera con efectos duraderos en el bolsillo del comprador”, según Debate.
En ese orden de ideas, hay quienes mencionan que prácticamente es imposible volver a tener el desembolso inicial de dinero que se hace para adquirir un carro, ya que estos medios de transporte se encuentran en la tendencia de la pérdida de valor rápido. El portal Autofact agrega que si el carro es nuevo, “al ser un producto salido de fábrica, es una alternativa bastante costosa” para volver a vender.
Además, no solo se devalúa al momento en el que el vehículo sale del concesionario, sino que también “se debe pagar por los tres primeros años el impuesto vehicular”. Cabe decir que quienes se abalanzan por la compra de un carro usado, dependiendo de los años de antigüedad, las probabilidades de que tenga una avería o problema técnico aumentan de manera considerable.
Impacto de la compra
Existe una razón por la que comprar un carro puede ser un error financiero grave y es cuando la persona ve al medio de transporte como una inversión, sin medir los gastos que conlleva la adquisición y el mantenimiento del vehículo.
Según el blog Inverbots, la compra de un carro “no debería llamarse inversión, ya que solo representa gastos. Son pocos los casos donde el ahorro en tiempo o la falta de transporte público o necesidad de transporte de mercancías hacen que un vehículo sea una inversión. Pero ese no es el caso para la mayoría de personas”.
En efecto, hay quienes tienden a comprar el carro de sus sueños muy por encima de sus propios gastos, lo que conlleva a un sobreendeudamiento por falta de dinero.
Pero eso no es todo, en el caso de Colombia, teniendo en cuenta análisis compartidos por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en cuanto al mercado de la compra y venta de vehículos, los precios de estos medios de transporte están por las nubes; además, no importa si el carro es nuevo o usado, puesto que el encarecimiento es en general.
Lo anterior se debe a que Colombia, como tal, no es un territorio de producción de los medios de transporte y, conjuntamente, también entran a valer otras circunstancias que permean en el país, como los costos de la gasolina. Por ello, al momento de comprar un carro en el país, no hay que dejar a un lado que existe una subida del 23 % en compra y venta de vehículos, ya sean nuevos o usados.