Colombia se estableció como uno de los países referentes en el mundo del espectáculo. Todos los meses varias ciudades acogen conciertos, y eventos deportivos, entre otras actividades culturales, que convocan a miles de personas nacionales e internacionales.
A pesar de que estos espectáculos se realizan en importantes y grandes escenarios como estadios y coliseos, a veces no alcanzan a cubrir la demanda de espectadores, incluso, ni siquiera abriendo más fechas. Conciertos como el de Karol G, o el que en los próximos días se realizará en Medellín, Rebelde (de México), tienen un inconveniente, la reventa.
Muchos eventos agotan en minutos toda la boletería, pero, semanas o días antes del espectáculo, comienzan a anunciarse venta de boletas, argumentando imposibilidad de ir al evento entre otras. Es aquí donde la reventa infla los precios originales de los tiquetes, esto sin mencionar que muchas veces los incautos terminan estafados, lo que genera malestar e incomodidad, además que daña la reputación del show.
La reventa ha generado grandes escándalos, que derivan en investigaciones por parte de las autoridades, como les pasó a los dirigentes de la Federación Colombiana de Fútbol, tema que sigue en proceso, pero del que ya se han anunciado multimillonarias sanciones.
La pregunta sería entonces: ¿la reventa es legal? La respuesta corta es sí, en Colombia la reventa es legal, y en teoría no hay algo que regule las tarifas, modalidades, ni formas en las que se hagan estas transacciones. No obstante, si hay algo que sanciona la ley: la usura.
Para hacerlo muy sencillo, la usura es cobrar excesivamente por algo, en este caso una boleta. Para estos casos puntuales, el marco jurídico lo dicta la Ley 599 del año 2000, conocida como el Código Penal. Allí se detallan cuáles son los delitos sancionables en Colombia, y cuáles son las consecuencias o condenas de estos.
En el artículo 305 (Usura), detalla: “El que reciba o cobre, directa o indirectamente, a cambio de préstamo de dinero o por concepto de venta de bienes o servicios a plazo, utilidad o ventaja que exceda en la mitad del interés bancario corriente que para el período correspondiente estén cobrando los bancos, según certificación de la Superintendencia Bancaria, cualquiera sea la forma utilizada para hacer constar la operación, ocultarla o disimularla, incurrirá en prisión de treinta y dos (32) a noventa (90) meses y multa de sesenta y seis punto sesenta y seis (66.66) a trescientos (300) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
¿Cómo se controla la reventa?
Si bien la actividad de reventa es legal, muchas personas se aprovechan de esto, y los verdaderos fans de los espectáculos pierden la oportunidad de asistir a estos shows. Es por esto que las empresas dedicadas a la boletería han diseñado unos mecanismos para evitar estas conductas, o al menos que si se hacen, las personas no terminen estafadas.
Uno de estos mecanismos fue empezar a migrar a boletas digitales, al momento de comprar los tiquetes, ya no se entrega nada físico. Al correo del comprador llega un código QR, que se presenta el día del evento, y que se puede llevar en el celular.
El problema es que muchos estafadores han aprovechado esto, y estafan a las personas “vendiendo” el mismo código, por lo que a la hora de validarlo, aparece que el tiquete ya fue redimido.
Las empresas más reconocidas de boletería y organización de eventos han diseñado plataformas, donde se puede vender el tiquete de manera segura, y así mismo el comprador tiene la garantía que no lo van a estafar.
Por ejemplo, Pásala, plataforma de TuBoleta, actúa como un “mercado secundario”, y allí se consiguen tiquetes de eventos que ya tienen venta total. También está Quentro, de Entradas Amarillas, y sirve para enviar las boletas, de manera digital, generando una autenticación, garantizando así que solamente una persona pueda redimir el QR.
Este mecanismo, conocido técnicamente como “fan2fan”, poco a poco se va consolidando, la recomendación, por ahora, es intentar conseguir las boletas a través de los sitios de los organizadores autorizados, y si no, adquirirlas a través de estas plataformas, y no hacerlo en la calle, o por redes sociales, evitando así caer en estafas.