Uno de los tormentos que muchas personas viven al momento de pagar las cuentas de los servicios públicos es cuando se trata del recibo de la luz o energía eléctrica. En ocasiones, el monto es tan elevado que no se sabe el porqué del precio a pagar.
El consumo de luz es un servicio que está regulado por entidades, las cuales miden la tarifas y estas dependen de cada nación; por ejemplo, en Colombia algunas de las variables que más afectan son: el precio de compra en la bolsa de energía, la temporada de verano, el descenso del nivel de los embalses y la generación térmica, según el prestador de servicios Enel.
En consecuencia, a estos factores se les suma el uso de electrodomésticos que pueden incrementar el valor de la factura, debido a la cantidad de demanda eléctrica que se necesita. De acuerdo con el portal web de Endesa, los hábitos de las personas que suelen utilizar algunos aparatos deben cambiar; de lo contrario, el ahorro de energía solo será una utopía o sueño inalcanzable.
Para los conocedores del tema, a mayor número de sujetos en un hogar o espacio, mayor utilización de electrodomésticos y por esto la corriente eléctrica también incrementa. Sin embargo, la consciencia colectiva e individual debe primar en aquellos que desean pagar menos y para ello se debe tener en cuenta cuáles son los aparatos que están causando desorden por su alto gasto de luz.
Electrodomésticos que más gastan luz
1. Frigorífico o nevera: catalogado como ‘el rey del consumo’, su principal función es mantener los alimentos en condiciones perfectas para poder ser consumidos y preservarlos por un tiempo. A pesar de que su utilidad es considerable, Endesa menciona que, en términos porcentuales, su adherencia a la corriente eléctrica representa un poco más del 30 % de lo que otros aparatos utilizan.
En efecto, existen acciones poco recomendables que pueden repercutir en el aumento de la factura como: dejar la puerta abierta, introducir alimentos calientes, descongelar el refrigerador de manera constante y abrir una que otra vez el electrodoméstico. Así mismo, los más eficaces son de tipo clase A+++ que pueden disminuir hasta un 80 % el consumo de energía en un hogar, según expertos.
2. Lavadora: este electrodoméstico se volvió el aliado perfecto de las personas que solían lavar su ropa a mano. Con la invención de la lavadora todo cambió, se evitaron cansancios y dolores de espalda, pero incrementaron las dolencias económicas. Así las cosas, el uso del aparato representa un poco más del 11 % del consumo estándar de luz.
El citado prestador de servicio recomienda utilizar la lavadora con cantidades considerables de ropa, regular la cantidad del llenado de la caneca y, en lo posible, tratar de utilizar agua fría.
3. Televisión: el instrumento exprés del entretenimiento. Usualmente, un grupo de personas ama ver series, películas o cualquier producto audiovisual que sea transmitido a través de la TV. Lo que algunos no saben es que necesita mucha más energía que la lavadora: 12 % de electricidad consume este tipo de aparatos.
De acuerdo con especialistas y técnicos en tecnología, un televisor LED consume 25 % menos de luz que las LCD (de cristal líquido) y aproximadamente 40 % menos que las plasma (de gran formato).
4. Horno: en esta lista no puede faltar el sustituto de la estufa, ya que si uno gasta gas el otro necesita de luz para servir. El horno es responsable del 8,3 % de la electricidad que gasta una persona y se ve reflejada en la factura, según Enel. Lo más aconsejable es mantenerlo limpio y no abrirlo mientras esté encendido porque se desperdicia el 20 % de la energía acumulada.
5. Computador: ronda la percepción de que los ordenadores o computadores son inofensivos en cuanto al gasto de energía, pero resulta ser que pueden representar un aumento energético del 7 %. En ese orden de ideas no son tan considerados, esto porque necesitan de elementos extra para funcionar como salvapantallas, enfriadores -según el caso-, impresora y demás.
Enel explica que la variación de la tarifa de la factura se puede dar por los días incluidos para el cálculo del consumo en un periodo facturado, generalmente entre los 27 y 33 días por mes, la modificación depende de días festivos o razones de fuerza mayor.