Muchas personas acuden a las tarjetas de crédito y débito para desenvolverse financieramente. De esta manera, limitan el uso de dinero en efectivo y realizan sus pagos digitalmente.

Con el uso de estas alternativas viene asociado un detalle que, aunque común, no debe tomarse a la ligera: la elección de una clave.

Se trata de cuatro números que representan la diferencia entre seguridad y vulnerabilidad. Si bien hay quienes eligen series que no olvidan con facilidad, es importante tener en cuenta algunos elementos para elevar la protección.

Ante el latente riesgo de convertirse en una víctima más de los ciberdelincuentes, una clave potencialmente segura puede ser de gran ayuda. Para ello, el primer paso es no disponer un camino sencillo para los maleantes con series de números fáciles de adivinar o deducir.

Es importante proteger las tarjetas de crédito y débito con claves seguras. | Foto: Getty Images

Números que no se deben usar como clave

1. Dígitos consecutivos o que se repitan: en el afán por elegir una clave fácil de recordar, algunas personas pueden caer en el error de establecer contraseñas con patrones obvios, por ejemplo, ‘1234′, ’0000′ o ‘1111′.

2. Fechas de nacimiento: el año en que la persona nació o su fecha de nacimiento puede configurar una clave tentadora; sin embargo, a los ojos de los ciberdelincuentes, también es fácil de descifrar. Este peligro aumenta cuando los maleantes le han seguido la pista a su víctima o conocen información relacionada.

3. Asociados a datos personales: los últimos cuatro números de la cédula, los primeros dígitos del número de celular o cualquier otra serie relacionada con datos personales de la persona también puede sonar como una clave fácil de recordar. Sin embargo, también resulta peligrosamente fácil de descifrar para los ciberdelincuentes.

En general, las entidades bancarias recomiendan establecer contraseñas que no guarden relación con los puntos mencionados previamente. Así mismo, sugieren modificarla frecuentemente.

Las tarjetas de crédito son un 'salvavidas', pero hay que saberlas usar. Getty Images. | Foto: RUN INC

Los mejores trucos para el manejo adecuado de las tarjetas de crédito

Con corte a marzo de 2023, Asobancaria indica que en el país hay 15.421.625 tarjetas de crédito vigentes. En cuanto a compras, a nivel nacional, reporta 31.070.031, para un equivalente de más de cinco mil setecientos millones de pesos.

En el marco de estas transacciones, proteger nuestro dinero es fundamental. Por eso, es calve aprender a usarlo y entender que no se trata únicamente de diferir a cuotas, sino de hacer conciencia de cómo un manejo inadecuado puede afectar nuestra historia crediticia.

En este sentido, Camilo Garay, vicepresidente de DataCrédito Experian, brinda una serie de consejos para hacer un buen uso de la tarjeta, además de proteger el dinero de posibles fraudes en línea.

  • Revisar los términos y condiciones de las compras: las transacciones y compras en muchas ocasiones cuentan con políticas específicas dependiendo de la entidad. Hay que leerlas cuidadosamente porque puede estar, sin saber, aceptando suscripciones que le generen pagos recurrentes o le pueden solicitar autorización para hacer uso de su información personal.
  • Ojo con los intereses por mora: tener presente la fecha de pago oportuna. Adicional a los intereses corrientes, están los intereses de mora, que se generan cuando no paga a tiempo el pago mínimo o paga un menor valor al facturado como pago mínimo.
Las billeteras digitales y pagos electrónicos han venido reemplazando las transacciones en efectivo. | Foto: Getty Images
  • Realizar las transacciones desde un dispositivo de confianza: siempre usar un dispositivo confiable que tenga un antivirus legal activo y actualizado, así se mitiga el riesgo de existencia de malware que capture los datos de la transacción. No utilice dispositivos públicos, recuerde que allí está dejando sus datos personales y sensibles.
  • Conocer la historia de crédito: antes de utilizar la tarjeta de crédito, es importante conocer la historia de crédito para revisar el estado de sus finanzas personales, conocer sus obligaciones y evitar compromisos financieros adicionales innecesarios.