La producción de papel a nivel global es una de las actividades industriales que genera mayor afectación para el medioambiente. De hecho, su proceso de fabricación, distribución y consumo se traduce en una sobreexplotación de los recursos naturales que golpea cada vez más a la naturaleza.
Una serie de estudios señalan que por la generación de cada kilo de papel son emitidos unos 3,3 kilogramos de CO2. Además de dichas emisiones, de toda la madera talada en el mundo, el 40 % pertenece a la fabricación de papel, afirma Greenpeace. Esto, por supuesto, conduce a una alta destrucción de los bosques a través de la tala de árboles.
En Colombia, para citar un caso, se realizan anualmente millones de transacciones por medio de los cajeros electrónicos. En este sentido, es importante que los usuarios entiendan la importancia de no imprimir los comprobantes y de optar por revisar la información de la transacción en la pantalla del cajero, de esta manera ayudan a construir un mundo más sostenible.
Al respecto, Camilo Prieto, líder del Movimiento Ambientalista Colombiano, manifestó: “En Colombia, la política de reciclaje es absolutamente pobre, entonces hay que pensar a dónde terminan yendo esos papeles que están compuestos de celulosa y de plástico”.
“Se expiden estos recibos más por costumbre que por necesidad porque el país ha ido migrando a la facturación electrónica, de modo que eliminar la impresión de estos papeles que duran segundos en la mano de los usuarios sería un paso para reducir el número de residuos”, añadió Prieto en conversación con Caracol.
El riesgo de imprimir la información personal
Sumado a los argumentos anteriores hay un detalle que no suele ser tenido en cuenta por los usuarios: imprimir y botar en el basurero del cajero el comprobante de la transacción es contraproducente, porque los delincuentes pueden utilizar la información allí impresa para generar toda suerte de fraudes bancarios.
De hecho, la empresa de seguridad informática Kaspersky Lab advirtió que los datos personales que aparecen en el recibo sirven para enviar mensajes de texto falsos con los que se obtienen los datos de la tarjeta.
Finalmente, con base en la información que aparece en el recibo, los delincuentes crean estrategias que generan credibilidad entre los usuarios y, de esta manera, facilitan el llevar a cabo los fraudes.
Al respecto, Servibanca permanentemente refuerza en sus cajeros la invitación a no imprimir el recibo y que solo se haga en caso de ser necesario.