En la actualidad, se estima que los colombianos no cambian tan a menudo su contraseña, pues el 35% la cambia cada 6 meses, mientras que un 16.9% lo hace de manera anual y un 7.4% no realiza esta práctica de seguridad.
Hay que tener en cuenta que la clave es el primer frente de defensa contra un intento de invasión o fraude cibernético y es una de las formas de validar que un cliente o usuario es él mismo.
De igual forma, el acceso no autorizado a un dispositivo como una computadora, teléfono celular, tableta o una cuenta es un problema potencialmente grave para cualquier persona en el país.
En tal sentido, para no caer en estafas o suplantación de identidad, hay que crear una contraseña segura, que sea difícil de descifrar. Hay que utilizar frases largas y preferiblemente una asociación de palabras sin sentido (como por ejemplo una fruta, una calle, una actividad física, un objeto). Cuanto más diferentes (y únicas) sean las palabras, más segura será la contraseña.
Sin guardar
Por otra parte, no hay que guardar la contraseña en papel u hoja de cálculo, pues una falla de seguridad puede exponer fácilmente las contraseñas.
Tampoco hay que usar información personal. Es que este es quizás uno de los errores más comunes al momento de elaborar una clave de seguridad. Por tal razón, es recomendable no emplear información personal como fecha de nacimiento o nombres de familiares, ya que estos datos son fáciles de obtener por parte de terceros.
De igual forma, con los ataques cibernéticos masivos cada vez más frecuentes, cuando una contraseña queda expuesta y “cae en la red” ofrece más posibilidades de invasión.
Es decir, si se usa la misma contraseña en varios servicios, deja las credenciales personales expuestas en más de un lugar y susceptible de una filtración.
Con regularidad
También hay que cambiar la contraseña con regularidad. Es que para aumentar la seguridad, es importante modificar la contraseña y la frecuencia recomendada puede variar, pero al menos cada 3 meses es una buena práctica.
Así mismo, no se debe compartir las claves. Nunca se debe compartir contraseña con alguien, incluso si la persona es de confianza. En estos escenarios, se debe indagar por la información que se está solicitando o utilizar otro método como enviar el archivo o el enlace en cuestión.
Otro punto importante es utilizar un administrador de contraseñas. Estas herramientas agregan, en forma encriptada, todas las contraseñas de otros sistemas en línea.
Por lo tanto, el usuario necesita recordar solo un código (siempre muy seguro y único), que almacena todos los demás.
Hay que asegurarse de usar contraseñas seguras para todas las cuentas y usar la autenticación multifactor (MFA) cuando se pueda. Una contraseña segura debe tener al menos 12 caracteres, contener una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales y no debe usarse para más de una cuenta.
Además, se puede usar un administrador de contraseñas, para ayudar a crear y almacenar claves seguras y únicas para todas las cuentas en línea, entre otros,