Sin lugar a dudas, comprar casa es uno de los sueños de muchas personas hoy en día. Tener un espacio propio donde vivir es uno de los factores que más incide en la reducción de la pobreza y en el crecimiento económico, ya sea a nivel personal o familiar, ya que permite dedicar rubros como el arriendo para, por ejemplo, pagar deudas, ahorrar o invertir y generar nuevas riquezas.
El déficit habitacional del país es una de las mayores preocupaciones en este momento de las autoridades locales, ya que según el Dane, afecta a más de 18 millones de personas que no tienen acceso a una vivienda, o esta no cuenta con las condiciones necesarias para una buena calidad de vida.
Invertir en vivienda trae consigo múltiples beneficios, pero uno de los principales, sin duda alguna, es construir un patrimonio de manera segura y rentable por cuatro razones principales: es un activo tangible, tiene alta rentabilidad, no cuenta con ningún producto sustituto y tanto su valorización como su demanda están aseguradas en el tiempo.
Actualmente, el mercado inmobiliario en Colombia tiene propuestas para todos los gustos y presupuestos, con precios que van desde los 110 o 120 millones de pesos, hasta lo que aguante el bolsillo, con un mercado prémium que puede llegar a cotizarse en millones de dólares y ofrece lujos y comodidades únicas.
De acuerdo con los expertos, en este momento la casa más cara del país se encuentra en el municipio de Rionegro, departamento de Antioquia, y tiene un precio de 32 mil millones de pesos (casi 10 millones de dólares). Esta lujosa propiedad tiene 5,5 hectáreas, con una casa de 700 metros cuadrados construidos llenos de lujos, con piscina, jacuzzi, además de pesebreras y un espacio propio para picnic. No obstante, por ahora no está en venta.
La que sí está a la orden es la que se podría considerar una de las viviendas más caras de Bogotá y sus municipios aledaños, según lo estipula la firma Dluxe Real Estate, una inmobiliaria de lujo en Colombia, que recientemente compartió imágenes de la mencionada propiedad.
Este lugar, ubicado en el sector de la sabana, llega a un valor comercial de 18.000 millones de pesos y es considerada una joya arquitectónica, teniendo en cuenta su diseño, amplios espacios y servicios para sus habitantes al interior de la misma. La vivienda de más de 3.000 metros cuadrados está retirada del bullicio de la capital del país y tiene enormes espacios verdes.
“En esta propiedad, dichos factores fueron llevados a una magnitud incomparable, donde más de 3 mil metros cuadrados fueron estratégicamente usados para crear formas y espacios en sintonía con el entorno natural. Sus estructuras y materiales empleados van desde enormes placas de mármol importado, hasta papel de piedra traído de Egipto”, indicó Dluxe Real State.
¿Por qué decirle sí a tener casa propia?
Expertos de Home Capital, otra agencia inmobiliaria en Colombia, señalan que los tres principales argumentos para tener un lugar propio para vivir se pueden resumir en una palabra: seguridad.
1. Estabilidad: el acceso a una vivienda de calidad les permite a las familias colombianas alcanzar una solidez tanto económica, también materializar sueños a nivel personal.
2. Crecimiento económico: comprar vivienda siempre será una inversión y es un activo que se valoriza con el tiempo.
3. Seguridad financiera: contar con una propiedad es un respaldo en momentos de incertidumbre. La inversión de vivienda es una de las más seguras, que permite no solo una estabilidad económica, sino emocional.
A la hora de comprar es considerable tener en cuenta las necesidades de cada familia, qué están buscando y cuál es el motivo de la compra: inversión o vivienda propia. Para ello es necesario validar aspectos como: la zona, el presupuesto, la seguridad, la adecuación del inmueble que cumpla con las comodidades que demanda la familia, el conjunto residencial y ubicación.
Este último es un factor muy importante, ya que el buen desarrollo de una zona potencia la valorización del inmueble.