Las tarjetas de crédito se han convertido en una herramienta financiera ampliamente utilizada en la sociedad actual. Estos plásticos ofrecen una serie de beneficios, como conveniencia y flexibilidad en los pagos, pero también pueden representar un riesgo financiero si se manejan de manera irresponsable.

Esto es especialmente cierto cuando la persona que la tiene, o desea solicitarla, tiene pocos ingresos. Es por esto que los expertos aconsejan evitar gastos y deudas innecesarias, pues estas tarjetas, básicamente, son un préstamo, y a pesar de darle liquidez, pueden afectarle más a su bolsillo de lo que se imagina.

No busque deudas innecesarias, o realice gastos compulsivos. Estos son los consejos para sus finanzas. | Foto: SEMANA

Lo primero que debe tener en cuenta es el riesgo de endeudamiento. Las tarjetas de crédito permiten realizar compras y pagarlas en un momento posterior. Sin embargo, esto puede ser peligroso para aquellos con bajos ingresos.

El crédito fácilmente disponible puede tentar a las personas a gastar más de lo que pueden permitirse realmente, lo que puede llevar a una deuda acumulada difícil de pagar. Antes de solicitar una tarjeta, es crucial evaluar su capacidad de pago y asegurarse de poder cubrir el saldo total cada mes.

Las tasas de interés son una de las principales desventajas de las tarjetas de crédito, a menudo tienen referencias elevadas. Esto significa que si no se paga el saldo completo al final del mes, se generarán intereses sobre el saldo pendiente, lo que puede aumentar significativamente la deuda con el tiempo.

Los expertos han dicho que para las personas con bajos ingresos, pagar intereses altos puede convertirse rápidamente en una carga financiera insostenible. Antes de solicitar una tarjeta de crédito, es fundamental entender las tasas de interés aplicables y considerar si se puede pagar el saldo en su totalidad cada mes. Además, puede consultar con su banco cuáles son los cobros que tienen esos productos, recuerde que dependiendo la entidad se hacen algunos cargos adicionales.

Si no cuenta con muchos recursos, evite usar las tarjetas de crédito. | Foto: Getty Images

Las tarjetas de crédito suelen tener límites de los montos que maneja, quiere decir, la cantidad de dinero con la que dispone esa cuenta, que determinan la cantidad máxima que se puede gastar. Para las personas con bajos ingresos, estos límites suelen ser mucho más reducidos.

Tenga presente que si se excede el límite de crédito y no se puede pagar la deuda, se pueden generar cargos adicionales, lo que agrava aún más la situación. Es importante evaluar si el límite de crédito de una tarjeta es suficiente para cubrir los gastos esenciales antes de solicitarla.

El uso responsable de una tarjeta de crédito puede tener un efecto positivo en el historial crediticio de una persona, lo cual es valioso a la hora de solicitar préstamos en el futuro. Sin embargo, si alguien tiene dificultades para pagar el saldo total cada mes, o incurre en retrasos, su historial puede verse perjudicado. En Colombia, esto lo miden consultoras de riesgo, como Datacrédito.

Alternativas para las tarjetas de crédito, esto dicen los expertos. | Foto: Copyright Dazeley

Esto puede dificultar la obtención de préstamos importantes, como hipotecas o préstamos para automóviles, en momentos cruciales de la vida. Aquellos con bajos ingresos deben considerar si el beneficio a largo plazo de una tarjeta de crédito justifica el riesgo de dañar su historial crediticio.

En lugar de depender de las tarjetas de crédito, las personas con bajos ingresos pueden considerar otras opciones financieras más adecuadas a su situación. Algunas alternativas incluyen:

  • Tarjetas de débito: Estas tarjetas permiten realizar compras utilizando los fondos disponibles en una cuenta bancaria, evitando la posibilidad de acumular deuda.
  • Presupuesto y ahorro: Establecer un presupuesto y ahorrar para cubrir gastos imprevistos puede ayudar a evitar la necesidad de recurrir al crédito.
  • Microcréditos: Algunas instituciones financieras ofrecen microcréditos con tasas de interés más bajas y condiciones más flexibles para aquellos con bajos ingresos. Investigar y comparar opciones puede ser beneficioso.