Cada cierto tiempo un carro debe pasar por una revisión mecánica para mantener el motor y la maquinaría en condiciones ideales. Por ejemplo, los técnicos recomiendan realizar el primer mantenimiento a los 5.000 kilómetros, el segundo a los 10.000 y a partir de ahí, apróximadamenre, cada 15.000 o 20.000 kilómetros.
De acuerdo con un informe de Goodyear, hay que tener en cuenta algunos consejos un mantenimiento preventivo correcto del vehículo.
Por ejemplo, está la revisión y cambio de llantas. Por seguridad y la de los acompañantes, las llantas deben ser cambiadas una vez que llegan a su límite de desgaste el cual es 1.6 mm.
Además, existen otros factores que influyen en el cambio, como lo es el estado de la banda de rodamiento, que cumple la función de tener el contacto con el suelo. Sin embargo, debe entenderse a la llanta como un todo, ya que debe estar en óptimas condiciones para mantenerlas en operación; de lo contrario, es importante asistir al taller o serviteca cercano para su evaluación.
Aceite y frenos
Por otra parte, está el cambio de filtros y aceite. Este varía según la marca y modelo del vehículo, pero se recomienda realizar el cambio entre los 15.000 y 20.000 kilómetros de recorrido y aunque se puede realizar en el hogar, es importante que sea un experto quien lo realice, ya que la cantidad de aceite depende del tamaño del motor y esto lo identificará el mecánico de forma rápida y segura.
En cuanto a los frenos, existen cuatro maneras de detectar un problema, para llevarlo a revisión técnica lo más pronto posible y evitar accidentes. La primera es a través de las pastillas y los discos del freno.
Las pastillas se suelen desgastar y lo que se debe revisar es que su grosor sea de al menos medio centímetro. Otra forma de notar desperfectos es si al momento de conducir y presionar el freno, el vehículo realiza giros inesperados, o se sienten vibraciones; lo que puede significar que no ejercen presión de manera uniforme, y finalmente, cuando se tiene la sensación de pedal irregular, lo que puede ocurrir debido a una falla en el sistema hidráulico por fugas de líquido. En este caso es mejor llevar el vehículo al servicio técnico.
Batería y correa
Por otra parte, las baterías suelen durar en promedio de 3 a 5 años. Sin la batería funcionando, el auto tendrá problemas para arrancar, ya que no habrá energía suficiente para encender el motor.
En tal sentido, en el mantenimiento preventivo se debe revisar que la batería y sus conexiones se encuentren limpias, firmes y libre de corrosión, los cables también deben encontrarse en perfecto estado.
Así mismo, dentro de las revisiones del mantenimiento preventivo es importante revisar la correa del motor, ya que su función es unir a los diferentes equipos del vehículo para que el motor pueda moverlos.
Igualmente, cuando una de estas correas se daña, puede ocasionar una falla en el funcionamiento del alternador del auto. La correa solo debe cambiarse cuando está dañada y la única manera de comprobarlo es con un examen visual, por lo que se debe incluir su revisión periódicamente.
Para tener en cuenta, otros aspectos que el mecánico debe revisar son las luces, amortiguadores, filtro de aire en la cabina, líquido de transmisión automática y dirección hidráulica, lubricación del chasis, anticongelante, fugas de escape, bujías, líquido de parabrisas y sensor de oxígeno.