El universo de las finanzas suele ser variado y eso significa que brinda distintas oportunidades para que una persona pueda comportarse de mejor manera ante prácticas como el ahorro, la inversión, entre otras.

Sin embargo, para que todo se dé es necesario el capital, es decir, el dinero que funciona como un recurso que permite obtener diversos beneficios, pero, sobre todo, ayuda a mejorar el estilo de vida.

En ese sentido, hay que saber relacionarse con el dinero y desarrollar aptitudes como la inteligencia financiera.

Hoy en día existen multiplataformas enfocadas en la educación financiera, puesto que todas las personas deberían comprender que existen alternativas para sacarle el mayor provecho al capital, en especial si detrás de ello hay deudas u otros factores.

Por lo tanto, la inteligencia financiera sirve como un conducto de mejora a nivel personal y colectivo, ya sea para el hogar o las empresas.

Ahorro e inversión. | Foto: Getty Images

De acuerdo con la escuela de negocios Inesdi, se conoce como inteligencia financiera aquellos conocimientos o saberes que permiten solventar o darle una posible solución a los problemas de la misma área.

Para ello, debe primar lo siguiente:

  • No gastar sin necesidad.
  • Contar con una estrategia de ahorro y consumo.
  • Hallar innovadoras formas de adquirir dinero que no supongan un mayor tiempo trabajando.

Por su parte, el blog de inversiones Activo Más comparte que la inteligencia financiera no se refiere únicamente a tomar el control sobre el dinero, sino que también cobra valor el comportamiento, los afectos, las decisiones y los anhelos.

Así las cosas, para lograr o desarrollar la inteligencia financiera, los expertos especifican que se debe recurrir a la educación en este ámbito. Dicha formación no debe ser formal, aunque el talón de Aquiles es que no se imparte en ningún escenario más allá del profesional.

La educación financiera es una formación esencial para sostener la calidad de vida. | Foto: Getty Images

En consecuencia, “debido principalmente a motivos históricos, sociales, educacionales y familiares, la mayoría de las personas cuenta con muy poca o nula inteligencia financiera para enfrentar su vida”, asegura Activo Más.

No obstante, lo anterior no significa que no se pueda desarrollar la inteligencia financiera, ya que las personas cuentan con la capacidad de hacerlo bajo la premisa de preservar el dinero.

Planeación: clave para la inteligencia financiera

Acudiendo a recopilaciones del blog Tributi, lo esencial para empezar a aprender sobre finanzas es la planeación, la cual se complementa con objetivos. En otras palabras, se debe crear un plan financiero.

Para el plan financiero, el portal de educación financiera de chile CMF indica que hay que “conseguir información, tomar decisiones, actuar, evaluar y plantearse metas de corto, mediano y largo plazo”. Entonces, con el paso del tiempo, la inteligencia financiera será más notoria.

En resumen, mientras se activa la inteligencia financiera, el dinero se puede ver beneficiado revisando los gastos mensuales y respetando un plan fijo, es decir, no gastar más de lo presupuestado al mes.

Por otro lado, hay un término que también vale la pena ser mencionado y se trata de la inteligencia emocional financiera, la cual se refiere a la manera como las emociones intervienen en las decisiones financieras de las personas.

El estímulo que ejercen las emociones en las finanzas es determinante. | Foto: Getty Images

Inesdi detalla que, normalmente, en la inteligencia emocional financiera se presentan cuestiones, como: miedo a la pérdida de dinero, adicción al riesgo de inversión o gasto, placer del corto plazo por impulsos, adquisición de bienes o servicios innecesarios y, por último, “ego al no saber admitir pérdida de dinero”.

“Es clave contar con una mente positiva frente al dinero que nos ayude a planificar y a crear esas nuevas fuentes de ingresos sólidos, que nos permitan contar con dinero futuro, y no acarrear de forma continua deudas”, concluyen los especialistas en salud financiera.