El matrimonio es el compromiso que adquieren dos personas para acompañarse por el resto de su vida, en los momentos buenos y malos, “en la salud y en la enfermedad”, como se afirma durante la ceremonia religiosa en la iglesia. No obstante, en ocasiones existen circunstancias capaces de fragmentar ese vínculo y que llevan a cuestionarse si es posible continuar o no con la relación.

Actualmente, los divorcios se han vuelto una constante a nivel global, pues la creencia de contraer matrimonio para toda la vida se ha disuelto poco a poco debido a los altibajos que se presentan en la relación. Específicamente, en Colombia el promedio de parejas que se están divorciando va en aumento.

Ahora bien, romper con este compromiso no solo impacta a nivel emocional, sino también trae consecuencias económicas para ambos e implica gran parte de tiempo todo este proceso.

De acuerdo con el diario La República, cuando se contrae matrimonio civil se debe realizar una escritura en la Notaría llamada divorcio, pero cuando se hace por la Iglesia católica, se llama Cesación de efectos de matrimonio religioso y requiere de un gran aporte económico. Dichos procesos se conocen como actos notariales y en ambos casos se debe dar la liquidación de la sociedad conyugal.

Divorciarse no tiene un valor exacto porque los gastos y los honorarios de quienes asisten legalmente el proceso pueden variar; sin embargo, el cálculo aproximado en Colombia depende de si el divorcio es de mutuo acuerdo o no. Para ambos casos se requiere de un abogado y las tarifas de sus honorarios están consignados en un documento del Colegio de Abogados (Conalbos).

Dichos honorarios deben ser pactados al iniciarse la relación profesional, preferiblemente mediante contrato escrito, firmado por ambas partes, allí el profesional estipulará claramente los alcances de su gestión, honorarios en la primera instancia, honorarios en la segunda instancia, honorarios en el evento de una conciliación o de una transacción, antes de producirse fallo definitivo del juzgado, del tribunal o de la Corte Suprema.

Pero existen dudas sobre si alguna de las partes tiene derecho a recibir una mayor cantidad de los bienes.

En ese sentido, el portal Divorcio en Colombia aclaró las dudas sobre este tema y explicó si las mujeres tienen derecho a una cantidad menor.

“Nadie regala nada, todo lo que se adquiera desde el matrimonio pertenece a la pareja en iguales proporciones, no es un favor, no es una prerrogativa, no hay que negociarlo. Usted tiene Derecho al 50 % de lo que figure a nombre de su pareja y se haya adquirido en vigencia del matrimonio”, dice.

Las señales que indican que es momento de divorciarse

El blog del bufete de abogados Fernández & Karney comparte un listado con seis señales que indican que la decisión más sana para la pareja es ponerle fin al matrimonio.

1. Predomina la energía negativa

Luego de un tiempo juntos, es normal que se presenten peleas entre las parejas; sin embargo, lo que no está bien, como explican los expertos, es que el matrimonio esté permeado de energía negativa y se convierta en una relación tóxica. Dicha toxicidad puede reconocerse a través de abusos físicos, mentales o emocionales, los cuales quebrantan el vínculo. Es en ese punto en el que una persona debe alertarse.

2. No se preocupan por la relación

Cuando a alguno o ninguno de los dos individuos que conforma la pareja se interesa por mantener viva la relación, es hora de darle fin a ese matrimonio, pues es una señal de que se han dado por vencidos. “Esto puede suceder después de intentar la terapia y otras acciones para trabajar en el matrimonio”, indican desde el bufete.

Inclusive, puede existir una clase de desprecio entre ambos, lo que no es un buen indicio. “Cualquiera que sea la razón del desprecio, ningún matrimonio puede durar si no se abordan estos sentimientos de amargura y rabia”, agregan.

3. Hay problemas de comunicación

Si en algo coinciden los gurús de las relaciones es en que la comunicación asertiva es la clave para la estabilidad de las parejas, puesto que es importante poder manifestar lo bueno, lo malo y lo que podrían trabajar para mejorar en conjunto. Cuando esto no sucede y, en cambio, hay una falta de comunicación, se originan los desacuerdos.

Tanto es así que, según señalan desde Fernández & Karney, una de las principales causas de divorcio son los problemas de comunicación.

4. No hay intimidad

Al igual que la comunicación, la intimidad es una parte esencial del matrimonio y refleja la salud de la pareja, ya que es lo que separa una simple amistad de una relación romántica, como explican los expertos. En ese sentido, cuando alguno de los dos ya no está interesado en sostener ese aspecto puede ser una razón para preocuparse.

5. Es agotador

En ocasiones, tratar de resolver los roces y seguir juntos puede ser simplemente agotador y derivar en una pérdida de la autoestima. Es usual que se dejen atrás las pasiones que perseguía o descuide otros espacios solo por enfocarse en cuidar de la relación.

“En cada relación, necesita ser capaz de seguir siendo “usted”. La pérdida del yo puede llevar a problemas en las relaciones incluso al divorcio”, precisan los expertos.

6. Hubo un engaño de por medio

Una de las heridas más difíciles de sanar en un matrimonio es el engaño, que hoy en día puede presentarse más allá de lo físico. Como resalta el bufete de abogados, muchas personas no son capaces de superar la infidelidad y encuentran en el divorcio la mejor solución para estar en paz.

Esto también conlleva a que se pierda la confianza, que es vital para mantener a flote un matrimonio. “Es imposible sentirse cómodo en cualquier matrimonio si no hay confianza”, aseguran los expertos.