En Colombia ahora hay menos pobres en términos monetarios, y los que salieron de allí ahora son o vulnerables, clase media o clase alta. Esas son las clases socioeconómicas que hacen parte de la pirámide social del país, la cual, según las estadísticas de pobreza monetaria del Dane, cambió.

Ahora, los colombianos inscritos en la franja de pobreza son el 33 % y no el 36,6 % como un año atrás. En consecuencia, ese 3,6 % de personas que salieron de esa condición pasó a ser vulnerable, que es el peldaño siguiente, y constituye el 31,5 % de la población (antes era el 30,7 %).

La clase media en esta nación también aumento. Pasó de ser el 29,9 % al 32,4 %, quizás la cifra más alta registrada.

Entre tanto, la clase alta también registra un incremento, pues pasó de 2,8 % a 3,1 % de un año a otro.

Población según clases sociales en Colombia, según la foto de 2023. | Foto: Dane

Así se es parte de una de las cuatro clases sociales

El ingreso por habitante en el hogar es el que determina la clase social de la que se es parte. Según el Dane, luego de la actualización de los valores, con una nueva metodología, los nuevos umbrales implican que, quien es catalogado como pobre es porque tiene un ingreso mensual igual o inferior a $ 435.375 (valor por habitante del hogar).

Para el caso de los vulnerables, son aquellos que cuentan con un ingreso per cápita entre la línea de pobreza ($ 435.375) y $ 853.608 mensuales.

La clase media, que suele ser la franja mayoritaria en gran parte de las sociedades, en Colombia está definida por un ingreso que oscila entre $ 853.608 y $ 4.596.352 al mes, rango que suena demasiado amplio, pero en el país hay muchas variaciones dentro de una misma clasificación.

Y, finalmente, los colombianos considerados de clase alta son aquellos que cuentan con un ingreso mensual superior a $ 4.596.352.

Llegar a acumular una gran riqueza es el sueño de muchas personas. | Foto: spxChrome

¿Cómo se vive con $4,5 millones?

Dice un viejo adagio que lo importante no es ser, sino parecer. En el caso de la clasificación monetaria que le endilga al ciudadano la condición de rico, hay varias aristas.

Por un lado, en el país es cada vez más acentuada la tendencia, según la cual las personas viven solas, se independizan a muy temprana edad tan pronto logran un empleo que les proporciona un ingreso.

Según el Dane, para ser de clase alta solo se requiere ganar casi 4,6 millones al mes por persona en el hogar. Pero si el ciudadano vive solo, con esa cifra debe pagar un arriendo de al menos 2 millones de pesos, pero no va a ser considerado de clase alta si vive en una vivienda de menor estrato, que es la que en promedio paga ese valor o menos. Es decir, de primerazo, ya quedó sin la mitad del ingreso.

Entre el transporte, la comida y la vivienda, los estimativos dicen que se va el 80 % del ingreso de la persona. Por lo tanto, la resta con la sumatoria de los tres grandes gastos ya solo le deja al ciudadano, supuestamente de clase alta, 900.000 pesos.

De ahí tendrá que sacar 300.000 para la comida del perro o del gato, que es lo común en la actualidad (tener por compañía a una mascota). Así que al individuo le quedan 600.000 pesos para pagar la tarjeta de crédito que le ayuda a esperar a que le llegue el ingreso que lo clasifica como rico.

Clases sociales en la zona urbana | Foto: Dane

La foto cambia en las ciudades

Hay que destacar que en las ciudades, donde se estima que hay más oportunidades de trabajo, la movilidad ha sido distinta a la del total del país. De hecho, hay más pobres y más vulnerables, pero también más personas en la clase media y la clase alta. Es decir, una mayor brecha entre riqueza y pobreza.