Jóvenes en Acción representa una iniciativa del Gobierno nacional dirigida a respaldar el desarrollo académico de los jóvenes, ya sea en formación técnica, tecnológica o profesional.
El apoyo se concreta a través de transferencias monetarias condicionadas, con el propósito de potenciar sus capacidades y crear oportunidades que favorezcan una movilidad social mejorada y condiciones de bienestar.
Además de las ayudas económicas, la iniciativa busca implementar procesos pedagógicos destinados a fomentar y fortalecer las habilidades para la vida de los jóvenes, contribuyendo de esta manera a impulsar sus proyectos personales y profesionales.
Sin embargo, estaba programado que el miércoles el presidente de la República, Gustavo Petro, firmara un decreto para llevar a cabo la transición del programa Jóvenes en Acción al programa Renta Joven.
Este último está vinculado al nuevo Sistema de Transferencias en Colombia, marcando una transformación en el enfoque del programa.
Esta innovadora iniciativa tendrá un papel clave en la inclusión social, económica y política de la población joven en situación de pobreza y vulnerabilidad. Contará con incentivos monetarios y estrategias destinadas a facilitar el acceso y la permanencia en la educación superior. Además, se alineará con la política de gratuidad en la educación superior, otra transformación significativa impulsada por el Gobierno del Cambio.
Renta Joven ampliará su alcance para incluir a estudiantes de escuelas normales superiores, con el objetivo de fortalecer la educación en las zonas rurales. Asimismo, reforzará la gestión de oportunidades para los jóvenes en la etapa final de su formación mediante la administración laboral, el respaldo a emprendimientos y la promoción de la educación posgradual.
Prosperidad Social ha diseñado medidas de transición para vincular a los hogares y a los jóvenes que cumplan con los criterios de los nuevos programas. También se implementarán estrategias de acompañamiento y gestión de oferta para aquellos que no cumplan con los nuevos requisitos para recibir incentivos monetarios.
En ese sentido, Renta Ciudadana vinculará inicialmente a cerca de 2,7 millones de familias. Priorizará a hogares con población con discapacidad, que requiera un cuidador permanente, y a hogares encabezados por madres con niños y niñas menores de seis años.
El Gobierno espera que ayude a reducir en 6,6 puntos porcentuales la pobreza monetaria extrema y en 2,4 puntos porcentuales la pobreza monetaria, superando significativamente los impactos de Familias en Acción.
El Departamento para la Prosperidad Social invertirá 6,4 billones de pesos en el programa, en 2024. Con todos los programas de transferencias, la inversión será de 9 billones de pesos.
Los participantes deberán cumplir condiciones que estarán ajustadas a sus características, al curso de vida y los territorios. “Fomentará el desarrollo de sus capacidades y la autogestión”, dijo Sarabia.
Los hogares recibirán incentivos, de acuerdo con tres enfoques: los hogares con madres cabeza de hogar y niños en primera infancia y hogares con personas con discapacidad podrán recibir hasta 500.000 pesos cada 45 días; los hogares en pobreza extrema y que no hagan parte del componente anterior, y que están en inseguridad alimentaria, hasta 500.000 pesos por hogar (en promedio 350.000 pesos) cada 45 días, y los hogares en pobreza moderada, que cumplan con logros establecidos para la entrega de una transferencia, tendrán un bono anual de entre 500.000 pesos y 1 millón de pesos por logro.