La movilidad configura una de las principales preocupaciones para las personas que se movilizan dentro de Bogotá o que tienen que llegar a la capital desde municipios aledaños para ejecutar sus actividades cotidianas.

No obstante, tal y como sucede en las grandes ciudades, Bogotá no es ajena a las problemáticas que rodean el tránsito vehicular. A falta de un sistema masivo de transporte con el que el 100 % de la población se sienta a gusto, hay quienes prefieren adquirir un vehículo propio antes que depender del TransMilenio o de los buses del Sitp.

Ahora bien, frente a este punto de partida toma relevancia un elemento clave: la economía. ¿Qué resulta más barato?, ¿cuál es la mejor opción?, ¿el salario es suficiente para cubrir los desplazamientos requeridos? En fin, son varias las preguntas que surgen; además, figuran detalles no menores, como la seguridad.

Si bien muchas personas sueñan con tener su carro propio, en Bogotá existen algunas limitaciones o aspectos que invitan a reconsiderar la idea. Por ejemplo, entre semana permanece vigente el pico y placa, de manera que el vehículo no se podrá sacar todos los días. Así mismo, no es un secreto que los trancones son comunes y el estado de las vías no es el mejor.

Por otra parte, el transporte público tampoco resulta del agrado para todos los capitalinos. TransMilenio, pese a ser el sistema de transporte masivo de la ciudad, a veces no da abasto y deja en evidencia algunas de sus falencias: articulados excesivamente llenos, demoras en las rutas e incluso casos de inseguridad.

Tras realizar el ejercicio de descarte, algunos llegan a contemplar la opción de comprar una motocicleta. En tal virtud, se dejan seducir por algunas de sus ventajas: no paga peajes, consume menos combustible y no tiene pico y placa. En principio, parecería la opción más económica, no obstante, resulta necesario tener en cuenta otros gastos que llegan con la adquisición de un vehículo de esta naturaleza.

TransMilenio es el sistema de transporte masivo de Bogotá. | Foto: GUILLERMO TORRES

TransMilenio o moto, ¿qué es más barato?

Actualmente, el pasaje de TransMilenio está en $ 2.950. Suponiendo que un trabajador promedio realiza solo dos viajes diarios (ida y vuelta), gastaría $5.900 al día, $ 29.500 a la semana y $ 147.500 al mes, aproximadamente (sin incluir sábados y domingos). Al año, la suma rondaría $ 1.770.000.

Sin embargo, no todos cuentan con un desplazamiento tan cómodo y a esa suma deben agregarle lo correspondiente al servicio de alimentador, taxi, bicitaxi o incluso bus intermunicipal, según el caso.

Un escenario más complejo es el de un trabajador que vive, por ejemplo, en el municipio de Chía. El pasaje para Bogotá está en $ 4.800, de tal manera que a la ecuación se le sumaría un valor importante:

Para algunas personas resulta más económico y sencillo movilizarse en TransMilenio, sin embargo, no todos cuentan con las mismas facilidades. | Foto: Guillermo Torres Reina

$ 4.800 (Chía-Bogotá) + $ 4.900 (recorrido TransMilenio ida-vuelta) + $ 4.800 (Bogotá-Chía) = $ 14.500 diarios, $ 72.500 semanales y $ 362.500 al mes. Teniendo en cuenta estos valores, dicha persona gastaría, en promedio, $ 4.350.000 al año.

Analizar cada caso puntual es clave para tomar la mejor decisión, pues, como se observa en el ejercicio anterior, no todas las personas gastan lo mismo en transporte. Aunque para algunas puede resultar más barato, para otras sucede lo contrario.

La moto se ha convertido en una opción de transporte para miles de bogotanos. | Foto: Jonathan Chíquiza/ Semana

¿Cuánto cuesta mantener una moto?

Comprar una motocicleta representa mucho más que solo realizar la inversión inicial, es decir, el precio que aparece en la tienda. Una vez adquirido este vehículo de dos ruedas, también llega una responsabilidad tanto económica como social.

Los modelos de bajo cilindraje, entre 100 y 200 c.c., son los más económicos y, por tanto, los más populares en el mercado. El rango de precios, cuando son nuevas, va desde los $ 5.500.000 hasta los $ 10.000.000 o un poco más, según sus prestaciones y la referencia de la motocicleta.

Pero esta es apenas la primera inversión. Los interesados deben tener claro que la motocicleta y su conducción demandan otros gastos que incluyen seguridad y operatividad.

Equipo de seguridad

  • Casco certificado (ECE 2205, DOT o NTC 4533): entre $ 160.000 hasta más de un millón de pesos, según la referencia.
  • Rodilleras, guantes, chaqueta: aunque hay quienes le restan importancia al equipo de seguridad por ahorrarse unos pesos, esta inversión es prácticamente tan importante como la moto, pues pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte a la hora de una caída. Un kit básico puede estar entre los $ 500.000 y el millón de pesos.
Los motociclistas deben cumplir con la reglamentación dispuesta en el Código de Tránsito. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA
  • Soat: Para motos de entre 100 y 200 c.c., el precio para 2023 quedó en $ 278.200 (el valor es superior para las de mayor cilindraje). Renovación anual y obligatoria.
  • Técnico-mecánica: $ 155.492 para motocicletas (precio 2023). Renovación anual y obligatoria.
  • Impuesto: Según el avalúo de la moto (1,5 % sobre la base gravable). Renovación anual y obligatoria.
  • Mantenimientos: Su precio también varía de acuerdo con las especificaciones técnicas de cada motocicleta. El básico incluye cambios de aceite, cambios de líquido de frenos, pastillas, filtro de aceite, filtro de aire, inspección y lubricación de guayas, ajuste y lubricación de cadena. Dependiendo del caso, el gasto puede ser mayor si se requiere un arreglo más complejo.

En resumen, contrario a lo que popularmente se cree, la motocicleta no es una opción de transporte económica en todos los casos. Si bien para algunos resultará de gran alivio, para otros no hará gran diferencia.

Por esta razón, es conveniente sentarse a realizar un ejercicio de comparación bastante minucioso para determinar cuál es la mejor opción, si una moto o el transporte público, en este caso, TransMilenio.