Se acerca una de las época quizás reúne el mayor número de reuniones familiares para celebrar las festividades, diciembre. Con ello aumenta el gasto y el consumo, expertos dicen que para no “aguar la fiesta” es necesario tener desde ya un plan de ahorro sólido.
Nunca se es muy joven para empezar a ahorrar, aunque crea que aún tiene mucho tiempo para comenzar y que el futuro parece lejano, es importante no olvidar que el tiempo y la constancia son claves para hacer crecer los ahorros. Tampoco se es demasiado viejo para intentarlo, adquirir el hábito de ahorrar y alcanzar las metas propuestas. Adicionalmente, sin importar la edad, siempre será fundamental contar con un ahorros para enfrentar cualquier emergencia o eventualidad que ponga en peligro su estabilidad financiera.
Es necesario ahorrar para alcanzar las metas que se desean: la casa, el carro o el viaje que siempre se ha soñado. Pero muchas veces pensamos que para hacerlo es necesario ganar más dinero, o tener un sueldo mejor, pues con lo que se cuenta apenas se cubren los gastos y guardar un poco pareciera una tarea imposible.
Sin embargo, en finanzas personales, lo cierto es que en mayor o menor medida todos los sueldos alcanzan para ahorrar, siempre y cuando el nivel de vida se adapte a los ingresos que se tienen. No necesariamente contar con un sueldo mayor significa que a la persona le sobrará más dinero para ahorrar. El ahorro depende, sobre todo, de la habilidad para controlar los gastos, administrar mejor el dinero, planificar y adquirir el hábito de no gastar el 100 % de lo que se recibe.
Algunos expertos en finanzas personales recomiendan el ahorro con el método de los 30 días que la clave no está en ahorrar 1.000 pesos al día, sino en incrementar en de cada 1.000 pesos por cada día que va pasando. La idea consiste en ahorrar 1.000 pesos el primer día del mes, el día 1, seguido a 2.000 pesos el segundo día, luego 3.000 pesos el tercer día y así respectivamente hasta finalizar el mes.
“Este gasto me lo merezco, para eso trabajo”, “cada día trae su propio afán”, “uno se muere y no se lleva nada”, “la vida es aquí y ahora” son expresiones que se usan frecuentemente cuando se habla de ahorrar dinero y que algunos toman como verdades. Pero en realidad, pueden ser excusas que las personas usan para justificarse y no tomar la decisión de empezar un plan de ahorro.
Para ahorrar no necesita ser un experto en finanzas, ni esperar al próximo año, a que sea lunes o al aumento de sueldo, lo importante es tomar la decisión con firmeza y empezar con la cantidad de dinero que se pueda de acuerdo con su posibilidades. Y aunque no será fácil suprimir algunos gastos innecesarios, con el paso de los días notará el impacto positivo en sus finanzas personales.
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Establecer objetivos específicos para ese ahorro.
- Realizar un presupuesto y cumplirlo
- Definir cuánto va a ahorrar.
- Separar una cantidad mensual.
- No tocar los ahorros.
- Evitar los gastos hormiga.
- Comparar antes de comprar.
- Pensar en la familia como socios. Iniciar esta cultura en el hogar.
Ahorrar permite alcanzar las metas, enfrentar las situaciones inesperadas y las emergencias, además, conduce al mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Pero se habla de una cultura de ahorro se está hablando de progreso, pues una sociedad que ahorra puede luego invertir ese dinero en educación, vivienda o creación de empresas.