En Colombia, el sistema de salud ha generado grandes críticas por parte de la población debido a la falta de acceso oportuno a especialistas, medicamentos, atención médica o a los procesos dentro de las salas de urgencias. Estos factores, han provocado que muchos se preguntan: ¿si es una buena idea pensar en adquirir un plan voluntario de salud?
Para responder a esa pregunta, habría que pensar que una de las grandes lecciones que dejó la pandemia de la covid-19, es que la vida, no tiene precio.
En mayo del año pasado, la Organización Mundial de la Salud, señaló que aproximadamente 15 millones de personas en el mundo habían muerto directa o indirectamente por esta pandemia. Incluso, al día de hoy, y debido a sus diferentes variantes, muchos son los que siguen perdiendo a sus seres queridos.
Por su parte, Martín Alvemo, CEO de la plataforma digital Seguro Canguro, recordó que en Colombia algunas de las mayores causas de defunción en los recientes años también fueron por infarto agudo del miocardio, enfermedad pulmonar, cáncer de estómago o neumonía, entre otros. “Sin embargo, muchos se hubieran podido evitar con una oportuna atención médica”.
“En el mercado actualmente existen diferentes planes voluntarios de salud, pero son tres los más conocidos, empezando por el plan complementario, que es un servicio que prestan las EPS con su misma red, en donde los usuarios pueden acceder a citas un poco más rápidas, a ciertos especialistas, hospitalización y servicios ambulatorios, pero, que específicamente pertenezcan a la red de la EPS”, afirmó Alvemo.
Por otro lado, existe la medicina prepagada y las pólizas de salud, que ofrecen servicios más amplios y un directorio de médicos robusto de clínicas y especialistas. Su diferencia recae, en principio, que el primero es vigilado por la Supersalud y el otro por la Superfinanciera y, por otro lado, que la prepagada maneja planes estándar atendidos únicamente bajo la red de atención definida por el plan, que en muchas ocasiones solo se vería en centros médicos de las ciudades principales, mientras que los seguros tiene una mayor red de centros médicos.
Cabe señalar que de acuerdo a cifras de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi) y la Federación de Aseguradores Colombianos (Fasecolda), hay cerca de 4,7 millones de personas que tienen un plan voluntario de salud, de los cuales, entre lista de los más elegidos por los colombianos, son los planes de medicina prepagada con 57%, seguido por las pólizas de salud (27%) y los planes complementarios y ambulancias prepagadas (16%).
Una misma empresa puede llegar a ofertar diferentes coberturas que se adaptan a las necesidades de servicios y al ingreso de sus afiliados, y que, los precios podrán aumentar o disminuir dependiendo del tipo de plan que se adquiera y de sus coberturas, las cuales, pueden variar según la edad de los afiliados y el tiempo de afiliación.
En el caso de las tarifas de las pólizas de salud se incrementan cada año, de acuerdo a los cálculos actuariales de la compañía, y también, para cualquier afiliado, se van a considerar variables como los beneficios contratados, los riesgos demográficos, en donde se tiene en cuenta la edad y el género de la persona a asegurar; el comportamiento siniestral de los productos y el incremento en los costos asociados a la prestación de los servicios médicos contratados con las instituciones de salud.
Sin importar el alza de los valores de este tipo de planes, entre más joven se adquieran va a ser mucho mejor, puesto que, muchas de las compañías tienen como edad máxima para tomarlos entre los 60 y 62 años, en ese sentido, no hay mejor oportunidad de cuidarse de un mismo qué ahora.