Cada que un trabajador formal recibe su salario, encuentra que entre los descuentos que se le hacen por ley, hay uno que contempla el pago de las cajas de compensación familiar, un servicio que en muchas ocasiones pasa desapercibido para un gran número de personas, pero que si se sabe usar, puede traer grandes beneficios para las familias.
Para empezar hay que tener en cuenta que las Cajas de compensación familiar son entidades creadas a partir de lo determinado por la Junta Militar de Gobierno en el Decreto 118 de 1957, con el propósito de administrar y pagar el subsidio familiar.
Según Comfenalco Antioquia, “con su creación, el Gobierno buscaba estabilizar las condiciones políticas y económicas por las que atravesaba el país, dándole beneficios a los empleados a partir de los recursos que se obtenían del cargo de 4 % que se comenzó a aplicar a las nóminas que las empresas pagaban”.
Por otra parte, de acuerdo con la SuperSubsidio, actualmente el país cuenta con cuarenta y tres cajas de compensación familiar, las cuales operan a nivel departamental, mínimo una en cada departamento. Con excepción de la caja de compensación familiar campesina, que tiene radio de acción en los departamentos de Vichada, Vaupés, Guainía y Guaviare.
Más de 730 mil empresas aportantes, 10 millones de afiliados y 10 millones más de beneficiarios indirectos; son algunas de las cifras que rodean la operación de las cajas de compensación en este momento. Cabe recordar que la ley establece que están obligados a pagar el subsidio familiar: La Nación, por intermedio de los Ministerios, Departamentos Administrativos y Superintendencias.
Los departamentos, el distrito capital de Bogotá y los municipios, los establecimientos públicos, las empresas industriales y comerciales y las empresas de economía mixta de los órdenes nacional, departamental, distrital y municipal y los empleadores que ocupen uno o más trabajadores permanentes.
Estas empresas solamente pueden estar afiliadas a una caja de compensación familiar que funcione en el lugar donde se causen los salarios, sin que sea posible efectuar giros parciales por algunos trabajadores y, en consecuencia, la caja gira el subsidio familiar igualmente a la totalidad de los trabajadores que acrediten el derecho al mismo.
Los trabajadores que tengan contrato laboral con una empresa tienen el derecho a estar afiliados a una Caja de Compensación y esta es elegida por parte del empleador. Se realiza un aporte mensual del 4 % del total de la nómina y este costo es asumido directamente por la Empresa.
¿Qué hacen las cajas?
Estas empresas tienen dos misiones, ser operadoras del subsidio familiar (a través de la cuota monetaria) y ejecutoras de políticas sociales. Para el primer caso, su misión es pagar esta prestación social a los beneficiarios de medianos y bajos ingresos, ya sea en dinero, especie o servicios.
El número de cuotas para cada afiliado se establecen a partir del total de personas que tenga bajo su responsabilidad con derecho a este beneficio, pues el subsidio familiar fue creado para alivianar las cargas económicas que representa el sostenimiento de la familia, considerada por el Gobierno como el núcleo básico de la sociedad.
Como operadoras de las políticas sociales, ejecutan los recursos destinados a la financiación de programas sociales que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones más vulnerables. También son claves para el manejo del subsidio de desempleo y la entrega de las ayudas para compra de vivienda por parte del Gobierno Nacional.
Así mismo, de acuerdo con Asocajas, ofrecen servicios de recreación en centros de deportes, vacacionales y de turismo, de bienestar, mediante educación familiar, bienestar y fomento a la salud. Educación, con centros de atención a la infancia, educación formal, así como incentivo a la cultura y opciones de crédito.