La compra de vivienda es el sueño de muchas personas, pero esas propiedades casi siempre tienen un costo muy elevado, es por esto que para poder adquirir los inmuebles, muchas veces es necesario tener que solicitar algún préstamo o crédito con entidades financieras, con la finalidad de poder costear parte o la totalidad de la propiedad.
En Colombia, la normativa dice que cuando una persona está interesado en adquirir algún inmueble, debe garantizar un ahorro mínimo. Ese monto, usualmente, es lo que se denomina como cuota inicial que, más o menos, representa el 30 % de dicha propiedad.
Es allí donde entra en juego el sistema financiero, donde se pueden solicitar los préstamos de manera confiable, evitando tener inconvenientes en el proceso, además que se ofrecen garantías y seguros para el inmueble una vez se adquiera el crédito.
Lo primero es considerar algunos aspectos generales al momento de solicitar el préstamo. Los bancos miran el historial crediticio de la persona, en este caso Datacrédito es el principal consultor para esto. Lo segundo, es la edad, pues al ser una acreencia a largo plazo, las entidades financieras evalúan riesgos con este punto, además de analizar en sí cuál es la propiedad que se quiere comprar; esto permite determinar si es viable la solicitud y calcular, más o menos, el dinero que le pueden entregar.
En ese sentido, es fundamental tener en cuenta que, en el caso de viviendas que no son de interés social, los criterios para otorgar subsidios han cambiado y se basan en puntajes del Sisbén. Esto implica que existen diferencias según si la vivienda es rural o urbana, o si está destinada a personas víctimas del conflicto o madres cabeza de hogar.
Si se está pensando en comprar un apartamento y se necesita un crédito hipotecario, es esencial analizar las opciones ofrecidas por los bancos y comparar las tasas, plazos y condiciones.
Si bien en el mediano plazo se espera una posible disminución de las tasas de interés, es recomendable evaluar cuidadosamente la situación económica personal y las perspectivas futuras antes de tomar una decisión. La adquisición de una vivienda es un paso importante y contar con información clara y actualizada puede facilitar el proceso, y garantizar una elección acertada.
Algunos bancos son más flexibles que otros al momento de revisar esos requisitos y, así mismo, cada entidad ofrece otro tipo de coberturas, además de las tasas que se cobran por dicho préstamo.
Por esto, al momento de solicitar los créditos se recomienda consultar en diferentes entidades financieras, para determinar cuál es la opción más viable, valorando el monto que le presten, las tazas que ofrecen, además de coberturas como seguros, entre otros.
Una vez se decida cuál es la entidad más conveniente, el banco realizará un estudio de crédito, con el que se sabrá si aceptan, o no, el préstamo. Para este proceso, las entidades solicitan algunos documentos, además de algunas garantías, por así decirlo, con las que se soportará el crédito.
Usualmente, los bancos solicitan, entre otros documentos, fotocopia de la cédula, comprobante de antigüedad en el trabajo, además de los aportes a seguridad social, carta de continuidad laboral, si lo amerita, declaración de renta, estados financieros, además de tener lista la cuota inicial de la vivienda (monto que oscila entre el 20 % y 30 % del inmueble).
Con este estudio, se sabrá si al usuario le prestan el dinero y cuál es el monto, ya que puede ser más o menos de lo que solicita, un tema que depende de los factores anteriormente descritos.
No se deben descartar las posibilidades que tiene para solicitar algún tipo de subsidio, dependiendo el caso, usted puede aplicar a estas ayudas que entregan los gobiernos y/o las cajas de compensación, que representan un dinero que puede ayudarlo a completar, por ejemplo, la cuota inicial.