El leasing es un instrumento de financiación que le permite a una entidad financiera transferir la tenencia de un bien a un cliente, a cambio del pago de un canon. Es decir, un banco adquiere a nombre propio un objeto tangible o intangible que posee valor económico, el cual pone en arriendo a un plazo.

Según el programa de educación financiera Saber más, Ser más de Asobancaria, este tipo de arrendamiento financiero ayuda a la adquisición de inmuebles, tecnología, vehículos y maquinaria para las empresas o negocios. También es una opción para las personas que deseen acceder a vivienda nueva, usada o sobre planos.

Con base en lo anterior, el gremio que representa al sector financiero del país dio a conocer el más reciente Informe trimestral de leasing, en el cual se evidencia que, en lo corrido del año hasta septiembre, esa cartera llegó a $ 68,9 billones, lo que implicó un crecimiento de $ 7,1 billones y 11,5 % nominal.

“Este crecimiento del leasing nos sigue mostrando que es una herramienta muy importante para que las empresas accedan al uso de activos productivos. Además, debido a sus características, puede ser una opción muy interesante en un entorno con tasas de interés más altas”, explicó Guillermo Alarcón, director de Vivienda y Leasing de Asobancaria.

Indicó que la marcación de nuevos contratos muestra la buena dinámica de esta herramienta, ya que en los primeros nueve meses del año se hicieron desembolsos por $ 12,89 billones, representando $ 1,43 billones más que en el mismo periodo del año pasado, y septiembre, con $ 1,81 billones en nuevos contratos, fue el mes con mejor comportamiento desde 2018.

Con respecto al tipo, informó que para el caso del leasing operativo, este registró un crecimiento (17,5 % real anual), pese a ser el de menor proporción dentro de toda la cartera. Con el comportamiento reportado, llegó a un saldo neto de $ 4,44 billones con 39.601 contratos, casi 14.000 contratos más que al cierre del tercer trimestre del año pasado. Aquí se destaca que los vehículos y los equipos de computación fueron los que jalonaron ese comportamiento positivo.

El segundo tipo de leasing y que mostró un mejor crecimiento fue el habitacional. De acuerdo con Asobancaria, la cartera superó los $ 26,8 billones; además, el número de clientes aumentó 7,6 % hasta los 135.085 y el número de contratos aumentó 8,1 % hasta los 143.208.

Para este tipo de leasing, de acuerdo con el informe, se espera una senda de crecimiento lenta, en la medida que continúe el proceso de alza de las tasas de interés.

Finalmente, en el leasing financiero, que es el de mayor participación en la cartera, este alcanzó un saldo de cartera de $ 32,75 billones, representando $ 1,9 billones más que en el tercer trimestre de 2021, y presentó crecimientos en el saldo de cartera en el financiamiento de activos como los vehículos y los inmuebles.

A tener en cuenta

El contrato de leasing es un contrato atípico, es decir que no se encuentra expresamente regulado en la ley. Por este motivo, los derechos y las obligaciones de las partes se rigen, de manera principal, por lo establecido en el contrato; también, en ausencia de estipulación contractual aplicable, por analogía de normas establecidas en la ley para contratos como mandato, arrendamiento y compraventa.

En ese sentido, las entidades en Colombia que están autorizadas para realizar este tipo de contrato son los bancos y las compañías de financiamiento. Entre sus ventajas está que, a través del leasing, se puede financiar el 100 % del valor de los activos, se pueden obtener importantes ventajas fiscales, no requiere pago de cuota inicial y se evitan inversiones en activos que se pueden devaluar rápidamente y son de difícil venta, por ejemplo, computadores.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que durante el tiempo del contrato del leasing, la entidad que presta el servicio es la dueña del bien, pero no el responsable de algún tipo de daño, deterioro o pérdida de este. Es decir, el mantenimiento del bien arrendado corre por cuenta del arrendatario; además, el banco puede exigir inspecciones sobre el bien durante la vigencia del contrato.