Las tarjetas de crédito son un medio de pago que permite realizar compras y que estas puedan ser canceladas o saldadas posteriormente. Sin embargo, se debe tener presente que este producto financiero funciona como un préstamo que otorga el banco, el cual puede ser utilizado para la adquisición de cualquier bien o servicio.
Esto significa que la entidad que emite esta herramienta de pago, autoriza al beneficiario cierta cantidad de dinero que deberá devolver, más los intereses que se hayan generado por la compra y que se verán reflejados en el extracto mensual, donde se identifican los movimientos realizados, el monto utilizado y los plazos establecidos para pagar la compra realizada.
“Una de las principales ventajas es que se pueden utilizar para ayudarte a manejar el flujo de efectivo a corto plazo al permitirte realizar compras sin usar tu propio dinero. Con una tarjeta de crédito, podrás usar para tus compras el crédito que te otorga el banco, y posteriormente realizarás los pagos correspondientes al banco directamente”, destaca Scotiabank Colpatria.
Ahora bien, si se está contemplando la posibilidad de sacar una tarjeta de crédito, es importante que previo a concretar esta decisión, se analice primero las razones que están motivando el querer contar con esta herramienta de pago. Además, se debe realizar una revisión del mercado para identificar qué entidad financiera ofrece la más adecuada, con base a los ingresos, debido a que este es un factor importante que determinará si se cuenta con la capacidad económica para manejarla.
TuCochinito, portal web que se dedica a brindar información sobre finanzas personales, destaca cinco factores que se deben tener en cuenta cuando a la hora de pedir una tarjeta de crédito, debido a que la suma de estos aspectos permitirán saber si la opción que se está contemplado, conviene o no.
El primer factor que se debe revisar es la tasa de interés, que es el cobro que realizan todos bancos por prestar dinero. Ese costo corresponde al riesgo que corre la entidad al entregar el dinero y los gastos administrativos que implican realizar estos préstamos. Tenga en cuenta que para este mes de abril, el Banco de la República subió al 13 % las tasas de interés, lo que a su vez llevó a que la tasa de usura quedara en 47.09 %
“Este es uno de los factores más importantes a considerar al elegir una tarjeta de crédito. La tasa de interés puede afectar significativamente el costo de cualquier saldo que lleves en tu tarjeta de crédito”, indicó.
Lo segundo es la anualidad, que es el importe que los bancos cobran por el uso de la tarjeta de crédito. Este cobro puede variar dependiendo del tipo de producto y los beneficios que ofrezca, donde se recomienda que lo último supere los costos adicionales de la cuota anual, para que el tener esta herramienta de pago sea una buena decisión financiera.
Como tercer factor importante, dentro de este propósito, es verificar el programa de recompensas que ofrece la franquicia a la que pertenece la tarjeta de crédito y el banco que la emite. Por lo general, estos beneficios se otorgan a partir de alianzas con establecimientos de comercio, y que pueden verse reflejados en descuentos, acceso a promociones y en acumulación de millas para la compra de tiquetes aéreos.
“Es importante considerar qué tipo de recompensas son más valiosas para ti y buscar una tarjeta que ofrezca estas recompensas. Por ejemplo, si viajas con frecuencia, una tarjeta que ofrezca millas aéreas puede ser una buena opción”, destacó.
Con base en lo anterior, es importante revisar si la tarjeta de crédito que se desea sacar brinda otros beneficios, como por ejemplo: seguro de viaje, protección de compras y garantías extendidas; los cuales, pueden ser valiosos, dependiendo de las necesidades personales. Y finalmente, se debe considerar la manera como se va a utilizar este producto financiero, es decir, si se va a emplear para gastos diarios o solo para emergencias o imprevistos, ya que esta función que se le dé a la tarjeta de crédito determinará el manejo de la capacidad de endeudamiento, para evitar inconvenientes financieros a futuro.