Muchos colombianos han tenido que recurrir a los bancos para encontrar salidas a sus situaciones económicas, algo que, si bien genera una solución inmediata, a largo plazo puede significar deudas impagables.

Según la directora del programa de Administración de Empresas de Areandina sede Valledupar, María del Mar Restrepo, en Colombia ha sido evidente la poca planeación financiera y el creciente sobreendeudamiento en los último años, acción que lleva a que las personas usen sus tarjetas de crédito sin medir las consecuencias que el uso excesivo y poco planificado de las mismas significa.

Debido a la pandemia aumentó la morosidad de los deudores. | Foto: Getty Images

Destacó que de acuerdo con una investigación de la firma TransUnion, “la deuda promedio para los consumidores de riesgo alto incrementó 13,3 % año contra año en el primer trimestre de 2021, mientras que para los consumidores de riesgo medio y bajo, este indicador incrementó 6,1 %”.

Según la investigación, debido a la pandemia aumentó la morosidad de los deudores que recibieron alivios financieros, pues en febrero de 2020, la tasa de morosidad de más de 30 días en tarjetas de crédito era de 8,29 % y en diciembre, esa proporción aumentó hasta el 30,64 %.

Una herramienta

Agregó la experta que, sin embargo, “el crédito en sí no es una mala opción, pero debe ser visto como una herramienta que se debe usar con inteligencia para evitar el bloqueo de nuevos préstamos, el sobreendeudamiento o el reporte a centrales de riesgo”.

Agregó que “son muchísimas las causas por las que las familias colombianas se endeudan, muchas tienen que ver con la educación de los hijos, con la compra de bienes inmuebles u automóviles, y en otros casos, se da por el exceso de compras innecesarias y poco indispensables para la persona; en cualquiera de los casos, éstas deben pensarse y planificarse a futuro, con la total conciencia de determinar si se está en las facultades de responder por los créditos”.

Si por alguna circunstancia la persona se endeudó demasiado y sobrepasó sus límites de pago, lo recomendable es que se comunique con su entidad bancaria para que la misma le ofrezca planes de refinanciación. | Foto: Getty Images

Explicó Restrepo que algunas de las razones que llevan al sobreendeudamiento son la falta de cultura financiera, pues muchas personas no son conscientes de los intereses que pueden generar las compras con tarjetas de crédito que se difieren a muchas cuotas; así como tampoco llevan el control de sus recursos, lo que los lleva a adquirir muchas deudas confiados en poder pagarla; sumándole la falta de organización con los ingresos y egresos.

También están las compras excesivas, pues es común se tienda a gastar en exceso, sobre todo en bienes o servicios que son completamente innecesarios, lo cual en su mayoría se da en personas que no poseen los ingresos para solventar estos malos hábitos de consumo.

Otros factores

También están los patrones de conducta, ya que las personas que suelen ser desordenadas en diferentes aspectos de su vida son más propensas a sobre endeudarse, ya que no tienen la costumbre de organizarse financieramente para lograr un mayor control de sus recursos.

Son muchísimas las causas por las que las familias colombianas se endeudan, muchas tienen que ver con la educación de los hijos.

Por otra parte, está el mal otorgamiento de créditos. Aseveró la experta que “existen entidades bancarias que prestan dinero a personas que no tienen los recursos para pagar o que cuentan con mal historial crediticio; sin embargo, en estos casos puede resultar perjudicial para el deudor, ya que corren el riesgo de responder por tasas de interés de usura”.

Para evitar el sobreendeudamiento aconseja ahorrar, que debe ser parte de la cultura de las familias colombianas, el cual en determinadas situaciones pueden servir de colchón para evitar el uso de tarjetas de crédito, lo recomendable es ahorrar el 10% de los ingresos mensuales.

Además, es importante que cuando haya un antojo la persona evalúe por un tiempo aproximado de 24 horas la pertinencia de esa compra para así determinar si es necesario comprarlo o evitarlo.

Por otra parte, lo ideal sería destinar el 70% de los ingresos mensuales a gastos fijos como alimentación, transporte o vivienda; y el 30% restante se puede utilizar para el pago de deudas, ahorro o entretenimiento.

Y está la refinanciamiento de deudas. Si por alguna circunstancia la persona se endeudó demasiado y sobrepasó sus límites de pago, lo recomendable es que se comunique con su entidad bancaria para que la misma le ofrezca planes de refinanciación y alivios financieros.