La Superintendencia Financiera de Colombia certificó, mediante la Resolución N.º 0472, el interés bancario corriente que regirá entre el próximo sábado primero de abril y hasta el domingo 30 del mismo mes. Este indicador sirve de base para calcular la tasa de usura y muestra que continuará siendo costoso para los ciudadanos el solicitar algún préstamo ante cualquier entidad bancaria del país.
De acuerdo con el ente de control y vigilancia, el Interés Bancario Corriente efectivo anual para la modalidad de crédito de consumo y ordinario es del 31,39 %, evidenciando también un alza de 55 puntos básicos (0,55 %) si se compara con la certificación del tercer mes del año, que fue 30,84 %.
Así las cosas, el interés máximo que podrán cobrar las entidades financieras por un crédito de consumo y ordinario registró un incremento de 83 puntos básicos (0,83 %) respecto al pasado mes de marzo, pasando de 46,26 % a 47,09 %.
“En atención a lo dispuesto en el Código de Comercio (artículo 884), en concordancia con lo señalado en los artículos 11.2.5.1.2 y 11.2.5.1.3 del Decreto 2555 de 2010, los intereses remuneratorio y moratorio no podrán exceder 1,5 veces el interés bancario corriente, es decir, el 47,09 % efectivo anual para la modalidad de crédito de consumo y ordinario”, señaló la Superfinanciera.
Diego Palencia, analista financiero y vicepresidente de Investigaciones y Estrategia de Solidus Capital, manifiesta que el nuevo tope de la tasa de usura es consecuencia de la “convergencia de la inflación a niveles máximos de las últimas décadas y que han causado que hoy, la junta directiva del Banco de la República continúe de manera sensata el aumento en 25 puntos básicos a la tasa repo, llegando a niveles del 13 %”.
Indica el experto que si persiste el alza de los precios de los bienes y servicios, esto se trasladará en los futuros ajustes que se hagan a las tasas de interés, y en la tasa de usura; por lo que recomienda a los ciudadanos restringir el uso de las tarjetas de crédito y evitar solicitar nuevos préstamos bancarios, debido a que pese a los anuncios en reducciones a las tasas por parte de los bancos, todavía estas medidas no se están viendo reflejadas.
“De manera sensata una persona no debe endeudarse en la actual coyuntura y debe disminuir drásticamente su demanda, hasta que podamos estabilizar el crecimiento económico en Colombia. Se requiere sensatez y mucha lógica financiera en los actuales entornos de riesgo e incertidumbre”, aseveró.
Así las cosas, la prudencia será clave para que los colombianos puedan tener un buen manejo de sus finanzas, ante este nuevo ajuste a la tasa de usura. Esto, con el objetivo de no afectar o comprometer la capacidad de endeudamiento de los hogares, el cual se ha visto afectado por el incremento en el costo de vida, derivado de los altos precios de los productos básicos de la canasta familiar. Aunque se empiezan a observar ligeras señales sobre el menor ritmo de crecimiento de la inflación, debido a que las variaciones mensuales de enero y febrero muestran disminuciones en este concepto, Palencia considera que aún no se vislumbran cambios drásticos a la baja en esta coyuntura.
“No hay manera de refutar qué tanto puede subir inflación como las tasa de interés, debido a que aún no llegan a sus puntos más altos, a pesar de la persistencia del Gobierno que afirma que el IPP (Índice de Precios al Productor) y el IPC (Índice de Precios al Consumidor) han cambiado su tendencia. Probablemente el Gobierno no merca o paga servicios públicos”, aseveró el experto que espera que el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), de un reporte más claro frente al comportamiento de la inflación, para que, de esta manera, se pueda tener unas proyecciones más acordes con la realidad nacional.