En pocos días se terminará 2023, y ya hay quienes comienzan a planificar la declaración de renta para el próximo año, considerando los cambios que entran en vigencia y afectarán a las personas con ingresos más altos.
La aprobación de la reforma tributaria por parte del Gobierno del presidente Gustavo Petro ha añadido complejidad a la situación, ya que implica la eliminación de ciertos beneficios fiscales.
Para el presente año, estaban obligadas a presentar la declaración de renta aquellas personas cuyo patrimonio bruto fuera igual o superior a $ 171.018.000 al 31 de diciembre de 2022, quienes recibieron más de $ 53.206.000 y quienes realizaron compras por un monto igual o superior a $ 53.206.000 en efectivo, tarjetas de crédito, entre otros.
La complejidad y el costo de este proceso aumentan para aquellos que perciben salarios iguales o superiores a 10 millones de pesos, ya que, a medida que los ingresos aumentan, también lo hace el monto a pagar.
Por ejemplo, en 2024, una persona que gane alrededor de 30 millones de pesos mensuales podría estar obligada a pagar más de 6 millones de pesos en concepto de declaración de renta, en comparación con el monto pagado este año.
En el caso de los grandes contribuyentes, quienes desempeñan un papel significativo en la economía nacional, tienen la opción de efectuar el pago de este impuesto en tres cuotas, siendo la tercera y última cuota programada para el próximo mes.
La declaración de renta es uno de los impuestos más destacados en el país y reviste gran importancia entre los contribuyentes. Este proceso es crucial para sostener las finanzas públicas y el funcionamiento del Estado, según el Gobierno, y para este año ha entrado en vigencia con las disposiciones de la reforma tributaria de Gustavo Petro.
Cada año, millones de colombianos consultan el calendario tributario para determinar si deben presentar o no la declaración de renta, un procedimiento que recauda fondos para la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian).
En este contexto, se han implementado diversas herramientas para que las personas verifiquen su obligación tributaria y reciban asistencia en la correcta presentación de la información y liquidación correspondiente.
Los cambios frecuentes en las leyes fiscales y la necesidad de mantenerse actualizado con respecto a las regulaciones pueden generar tensiones y complicaciones en el proceso de declaración de impuestos, llevando a muchos contribuyentes a esforzarse por completar el procedimiento de manera precisa y dentro de los plazos establecidos.
Los cambios que tendrá la declaración de renta en 2024
Conforme a las estadísticas proporcionadas por Klynveld Kraayenhof & Company (KPMG), aquellos individuos que perciban alrededor de $ 10 millones mensuales podrían enfrentar un aumento en el pago de impuestos entre $ 1 y $ 2,5 millones en el año 2024.
De manera similar, aquellos con un salario de $ 15 millones podrían experimentar un incremento de aproximadamente $ 3 millones. Sin embargo, en cada caso, diversos factores pueden influir en la cantidad final.
Hasta el año 2022, los contribuyentes podían destinar hasta un 30 % de sus ingresos anuales, sin exceder los $ 136.226.000, a un fondo voluntario de pensiones o a una AFC (Ahorro para el Fomento de la Construcción), destinadas a la compra de vivienda. Estos aportes les permitían a los contribuyentes reducir la base gravable para el cálculo del impuesto de renta. Sin embargo, con la nueva normativa, esta opción ya no estará disponible.
Además, el 25 % del valor total de los pagos por honorarios o sueldos estaba exento de impuestos, siempre que dichos pagos no superaran las 2.880 UVT (Unidad de Valor Tributario), equivalentes a $ 122.146.560 para el año 2023.
El director de Global Mobility Services en KPMG Colombia, Carlos Enrique Neira, destacó para Portafolio que la reforma tributaria ha restringido aún más estos beneficios y oportunidades de reducir la base gravable, limitando las posibilidades de planificación fiscal.
Otro cambio significativo se refiere a la limitación de las deducciones y rentas exentas, las cuales, el año pasado, no debían superar el 40 % de los ingresos del contribuyente o su equivalente a 5.040 UVT (equivalentes a $213.756.480). Para el presente año, esta cifra se redujo a 1.340 UVT ($ 56.832.080).