Por estos días los colombianos se encuentran en esa parte del año que, pese a que no le gusta a muchos, es vital para asegurar el presupuesto de la nación y garantizar el cumplimiento de los programas sociales que benefician a millones de personas en todo el territorio nacional, gracias al pago de los impuestos.

Estos tributos que se pagan por medio del IVA para ciertos productos, así como mediante la declaración de renta o la retención en la fuente, son clave para que el Estado tenga el dinero necesario para ejecutar sus proyectos y mantener el desarrollo de las empresas, así como apoyar a emprendedores y familias vulnerables.

De acuerdo con el calendario tributario de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) entre el 9 de agosto y el 19 de octubre de 2022, los colombianos, según el último dígito de la cédula, deben presentar su declaración de renta del año gravable 2021.

No todas las personas naturales están obligadas a declarar renta, solo aquellas que al cierre de 2021 tenían un patrimonio bruto igual o superior a 163.386.000 pesos o quienes tuvieron ingresos, consumos mediante tarjeta de crédito, compras o consignaciones bancarias, depósitos o inversiones financieras por 50.831.000 pesos.

Pagar impuestos, aunque necesario, es un tema que nunca caerá del todo bien entre las personas de a pie, ya que flagelos como la corrupción acrecientan la idea de que este dinero se perderá. Así mismo, el nivel de evasión es bastante alto, según la Dian, que recientemente reveló que solo en empleados públicos hay casi seis mil morosos.

Ahora bien, un reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), dejó muy claro que a los colombianos no les gusta pagar impuestos, pese a que aseguran que destinan más del 20 % de sus ingresos para esta tarea.

En su Estudio de Política Social (EPS), el Dane aseguró que a la pregunta “de sus ingresos mensuales, ¿qué porcentaje considera usted que dedica al pago de impuestos?”, el 56,3 % aseguró que entre un 0 y un 20 %, mientras que para el 27,6 % este mismo rango fue de entre el 21 y el 40 % y apenas un 0,03 % dice que destina más del 80 %.

Entre tanto, a la consulta “de sus ingresos mensuales, ¿qué porcentaje considera usted que debería dedicar al pago de impuestos?”, el 95,6 % indicó que entre un 0 y un 20 %, siendo las mujeres las que más se ubicaron en este rango (96,7 %), aunque no muy lejos de los hombres (94,2 %). Así mismo, apenas un 3,8 % de los consultados dijo que estaría dispuesto a pagar entre un 21 y un 40 %.

El Estudio de Política Social del Dane también reveló que la percepción de pobreza entre los ciudadanos de este país es bastante alta. A la pregunta “¿actualmente en Colombia hay desigualdad en el ingreso entre pobres y ricos?”, el 94,2 % manifestó que sí, mientras que apenas un 5,8 % señaló que no hay tal desigualdad.

Por último, cuando se les consultó sobre su percepción frente a ¿qué porcentaje de la población actualmente es pobre? El 29,2 % dijo que entre 41 y el 60 %, el 37,6 señaló que entre el 61 y el 80 % y el 17,3 % indicó que más del 80 % de los colombianos viven en condición de pobreza. También llama la atención que el 67,2 % de los consultados se calificó a sí mismo o a su familia como pobres.

Cárcel para los evasores

Recientemente, el tema tributario estuvo en el ojo del huracán en Colombia, luego de que el director entrante de la Dian, Luis Carlos Reyes, manifestara que se deben acabar prácticas de evasiones onerosas para el Estado y dar paso a una cultura de transparencia.

“La cárcel es una herramienta necesaria para casos graves de evasión”, dijo el economista, quien ha expuesto un discurso encaminado a implementar una cultura tributaria de la transparencia, en un contexto en el cual, la evasión de impuestos se lleva entre 6 y 8 % del PIB.

“Eso equivale a 6 u 8 reformas tributarias de las que se han hecho en el país, con las cuales se obtiene 1 o 1,5 % del PIB como máximo”. Por ello, el foco principal para lograr el recaudo adicional que se ha propuesto el gobierno del presidente electo, Gustavo Petro, está en el ataque a la evasión.

El nuevo director de la entidad recaudadora se refirió a casos en los que un contribuyente sale un domingo a un almuerzo familiar y termina cargando la cuenta del restaurante a una empresa. Posteriormente, al presentar la declaración de renta, esa sociedad empresarial pasa ese cobro como un gasto para la productividad de la compañía (el cual se puede restar), cuando en realidad se trata de un gasto de consumo de una persona natural. Es decir, puso el gasto personal fuera de lugar para bajarse los impuestos. “Esas prácticas se tienen que acabar”, señaló.