El mundo después de la pandemia no volvió a ser el mismo y el mercado laboral fue uno de los que más tuvo que evolucionar para adaptarse a los cambios y hacer frente a retos como el confinamiento, la protección de la fuerza laboral y las nuevas necesidades que surgieron en el mercado, que encontró un gran aliado en la virtualidad.
Un reciente estudio presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que el teletrabajo fue, sin duda, una de las herramientas que más se ha venido usando desde que comenzó la pandemia y que pese a que con el regreso de la nueva normalidad, muchas empresas regresaron a las oficinas, todavía se sigue usando en algunos casos.
“El teletrabajo irrumpió en los mercados laborales de América Latina y el Caribe como una manera de enfrentar las consecuencias de la pandemia covid-19, permitiendo la continuidad de actividades en algunos sectores en el contexto de una caída devastadora de la actividad económica, con pérdida de empleo, caída de los ingresos y cierre de empresas”, indicó la OIT en su estudio.
Las estimaciones de la OIT indican que en el peor momento de la crisis, en el segundo trimestre de 2020, unas 23 millones de personas transitaron hacia el teletrabajo en América Latina. Al igual que en otros lugares del mundo, esta modalidad surgió como un mecanismo para garantizar la continuidad de ciertas actividades económicas y, con ello, de la relación laboral.
“El teletrabajo ayudó a amortiguar los impactos negativos de la crisis en los mercados de trabajo contribuyendo a la preservación de millones de empleos. No obstante, tras la recuperación seguramente seguirá siendo una opción y generando nuevas oportunidades, aunque está claro que aún está pendiente responder a desafíos tanto para los trabajadores como para las empresas que debieron implementarlo rápidamente”, agrega la OIT.
El análisis de la OIT dice que si bien ya antes de la pandemia existía el trabajo desde el domicilio, este abarcaba principalmente a trabajadores por cuenta propia, o en situaciones especiales se combinaba con trabajo en el establecimiento, “pero en el contexto de cuarentena pasó, en mucho casos, a ser la modalidad exclusiva de trabajo”.
¿Qué hay que tener en cuenta?
Según la Organización Internacional del Trabajo, los temas de la seguridad social, del cumplimiento de las jornadas, de libertad de asociación, de acceso a la formación laboral, de salud y seguridad en el lugar de trabajo, entre otros, forman parte de los temas a considerar. La nota técnica destaca que para abordar estos temas es clave el diálogo entre gobiernos, empleadores y trabajadores.
Así mismo, el informe destaca algunos aspectos relevantes que deben ser abordados para enfrentar los desafíos del teletrabajo:
- Principio de voluntariedad y acuerdo entre las partes.
- Organización y tiempo de trabajo.
- Seguridad y salud en el trabajo.
- Equipamiento y elementos de trabajo.
- Protección del derecho de privacidad de los trabajadores.
- Dimensión de género y teletrabajo.
- El papel de los actores sociales.
- Relación laboral y cumplimiento de la legislación.
“Sin controles adecuados, el trabajo desde el domicilio podría derivar en relaciones laborales que no reconozcan la dependencia y, por lo tanto, en aumentos del trabajo independiente o en relaciones laborales encubiertas”, agregó la OIT.
Así mismo, resalta que “resulta fundamental considerar las lecciones aprendidas durante la pandemia”, pero también indica que para futuros análisis sobre este tema “se requiere contar con estadísticas oficiales que brinden información adecuada, comparable y actualizada” sobre el teletrabajo en América Latina y el Caribe.