Ser Pilo Paga fue uno de los proyectos bandera del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, en cabeza del Ministerio de Educación, dirigido en ese momento por Gina Parody.
El programa les ofrecía a jóvenes de escasos recursos de zonas rurales el acceso a cualquier carrera en cualquier universidad, privada o pública, durante los cuatro o cinco años de duración.
Además, ofrecía a los jóvenes otros subsidios para vivienda, transporte y alimentación, a fin de que pudieran financiar su etapa universitaria, toda vez que habían sido seleccionados como los mejores estudiantes del país.
Hoy en día, el programa se transformó y ahora se llama Generación E, a cargo del presidente Iván Duque, con varios cambios en los temas de subsidios y la entrada a las universidades privadas.
Sin embargo, el Observatorio de la Universidad Colombiana reveló que el programa Ser Pilo Paga dejó serias consecuencias en diferentes grupos de estudiantes que no tuvieron la posibilidad de terminar sus carreras.
Según el análisis, miles de estudiantes que no terminaron los programas académicos, ya fuese por temas personales o relacionados con las carreras, ahora están en deuda con el Estado, ya que el programa prometía pagar todo siempre y cuando finalizaran sus estudios. De lo contrario, los beneficiarios debían pagarle al Gobierno el dinero invertido durante los semestres cursados.
“Es decir, si por ejemplo un pilo había estudiado solo cinco de diez semestres, al retirarse se le ocasiona un proceso jurídico para que pague al Estado el equivalente a los valores de matrícula, más los intereses generados que el Gobierno le giró a esta universidad”, explicó el observatorio.
El estudio también asegura que algunos jóvenes, en medio del desespero por no contar con recursos para hacer los pagos, optaron por acabar con sus vidas.
El observatorio afirmó que, si bien no hay cifras públicas sobre los suicidios, una fuente del Estado le reveló al mismo que varios jóvenes no pudieron resistir el acoso, la presión, el adaptarse a un nuevo entorno y los problemas judiciales a los que debían enfrentarse a la hora de no cumplir con la terminación de las carreras, optando entonces por el suicidio.
Según explicó la organización, muchos de ellos se matricularon por presión social y no porque quisieran realmente estudiar, solo por no perder la oportunidad de tener el cupo en la universidad de su elección.
Muchos desertaron
De acuerdo con la información obtenida por el observatorio de manos del Icetex, al programa Ser Pilo Paga se inscribieron un total de 39.998 beneficiarios y de estos 6.956 no terminaron el programa.
Del grupo de desertores, un total de 4.052 están en procesos jurídicos con el Icetex para cobrarles el dinero que el Estado invirtió.
Igualmente, el observatorio pudo constatar que, del total de inscritos, 635 cupos no fueron utilizados
Además, del total de las Instituciones de Educación Superior que participaron en el programa, 31 son privadas y se llevaron el 85 % de los matriculados, mientras que hay 24 IES públicas con el 15 % de beneficiarios.
Por ejemplo, a la Fundación Universidad del Norte se inscribieron un total de 4.155 beneficiarios, el mayor número de una entidad de educación privada, pero desertaron 300.
A la Universidad Javeriana se inscribieron 3.158 estudiantes, la segunda con el mayor número. Sin embargo, 378 decidieron desertar.
La tercera institución en la lista de mayor número de inscritos es la Universidad de los Andes, que recibió un total de 2.250 inscritos, pero de ellos 226 desertaron.
En cuanto a universidades públicas, la que más recibió fue la Universidad Nacional de Colombia con 2.118 estudiantes, de los cuales 306 dejaron el programa.