Buscar trabajo es una acción determinante para mejorar la economía de muchos y materializar algunas metas o sueños que, por diversas circunstancias, aún no se han podido cumplir. Sea cual sea el interés, antes de obtener un trabajo, existen filtros para acceder al puesto laboral, como la entrevista.
En la entrevista, por varios minutos, un psicólogo o el encargado de la organización establece una conversación con el aspirante. Para los expertos en orientación vocacional, la entrevista marca el siguiente paso en la contratación.
Usualmente, al momento de ser entrevistado, el aspirante siente nervios, entra en colapso y puede sumar puntos negativos. Respecto a lo último, es necesario comprender que la sinceridad, sin pasar los límites, tiene un papel importante en la búsqueda de trabajo, además de transmitir confianza y ganas, según varios portales y bolsas de empleo.
No todas las estrategias en la comunicación resultan ser efectivas, mucho más cuando se trata de una entrevista que podría marcar un antes y después en la vida de alguien. En ese sentido, es necesario conocer cuáles son los tres errores que, en la medida de los posible, una persona que aspira a ocupar una vacante laboral, debería dejar a un lado al momento de ser entrevistado.
Saber de la empresa u organización
De acuerdo con el sitio web de Computrabajo México, uno de los errores más comunes del aspirante es que solo conoce el sector en el que se encuentra la empresa a la que desea ingresar y nada más. En consecuencia, nunca se debería responder poco sobre el lugar en el que se quiere ser contratado.
Al contrario, es necesario llevar a cabo una investigación que responda a los valores, cultura y ambiente organizacional, aseguran.
La pregunta en la que muchos se desfasan, es la que hace referencia a ¿por qué le gustaría ser parte de esta empresa? Si bien es cierto que hay que mostrar un aspecto un poco relajado, también se debería potenciar el interés. Para ello, leer información de la empresa ayuda a entender su situación. “Al conocer información y noticias de la empresa, vas a sobresalir y le harás saber al entrevistador lo interesado que estás en el puesto”, detalla el citado blog de empleo.
La mayor cualidad o fortaleza
Es complicado dar a conocer el plus diferenciador que hace a una persona más especial que a la otra. En la búsqueda de trabajo, las empresas suelen entrevistar a un determinado grupo de aspirantes, para luego seleccionar al más apto. Así las cosas, la mayor fortaleza o cualidad es predominante en la contratación, pero, para los expertos, podría ser un arma de doble filo.
Según datos compartidos por Empleoz, nunca se debe alardear o enaltecer las fortalezas. En consecuencia, las empresas suelen hacer esta pregunta para ver qué cualidades y comportamientos se adaptan al perfil, por lo que mostrar de sobra las aptitudes puede ser algo incómodo para el entrevistador. Sin embargo, hay quienes les gusta que el aspirante hable de más.
El citado portal dice que la mejor forma de responder es describiendo aquellas habilidades y experiencia que posee, y que se relacionan de forma directa al cargo. En este punto, se recomienda compartir tres o máximo cinco fortalezas.
Preguntas o dudas adicionales
Por lo general, antes de terminar la entrevista, la persona encargada de la conversación le pregunta al entrevistado si tiene alguna duda o pregunta en relación con la vacante laboral o la organización. En efecto, aunque parezca poco importante, resulta ser un ítem preciso para obtener el empleo.
Para los profesionales de recursos humanos, los aspirantes suelen decir que todo está claro, cuando en realidad no es así. Una de las estrategias que ponen en práctica, en algunos casos, es dejar a un lado alguna variable de la oferta laboral para que el interesado la pregunte, pero varios temen a “arriesgarse” y se quedan callados, algo que nunca se debería considerar.
Innovate para el empleo consigna que cuando el entrevistador le dice al aspirante si tiene una pregunta o duda adicional, es porque necesita evaluar su grado de interés por la organización o empresa. En ese sentido, se realiza antes de dar por finalizada la conversación para que el entrevistado pueda aprovechar los últimos minutos y dejar en claro que el puesto debería ser suyo.