Desarrollar habilidades a la hora de adquirir conocimiento es una de las recomendaciones que expertos de la prestigiosa universidad de los Estados Unidos, Harvard, tienen en cuenta para cualquier tipo de estudiante; en especial si la persona aún se encuentra en una etapa activa de su vida.
De acuerdo con recopilaciones del portal La Información existen soft skills o habilidades blandas que pueden contribuir al trabajo y la educación de las personas. En ese sentido, estos comportamientos no están ligados necesariamente a una carrera profesional, al contrario, pueden ser adoptados por cualquiera.
Por lo general, habilidades como la comunicación y la gestión del tiempo son las que más demanda una organización o empresa para su personal de trabajo, además de que pueden llegar a ser el plus diferenciador de muchos.
Sin embargo, esas no son las únicas ‘soft skills’ que una persona puede desarrollar. La Universidad de Harvard, comparte que hay una serie de habilidades que, en esencia, los estudiantes serían los primeros sujetos que deberían tenerlas, ya que son el futuro de la generación del trabajo en el mundo.
A través del artículo titulado The Tools for Success (Las herramientas para el éxito, en español), la prestigiosa institución de educación superior tuvo en cuenta el informe del Center on the Developing Child, el cual busca demostrar la lista de los comportamientos más útiles que pueden ser el soporte de lo que hoy en día se conocen como “profesionales reputados”.
Hay que señalar que la experiencia que tiene Harvard da credibilidad a sus publicaciones, pues cabe decir que por la famosa universidad han pasado personajes como Bill Gates, Mark Zuckerberg, Barack Obama o Natalie Portman.
Así las cosas, teniendo en cuenta las recopilaciones del citado informe, en total son seis las habilidades blandas que un estudiante debería tener y poner en práctica en su proyecto de vida.
Dichos comportamientos o hábitos son: la planificación, la priorización, el enfoque, el autocontrol, la conciencia y la flexibilidad mental.
- La planificación: es la que permite organizar las tareas y gestionar el horario laboral.
- La priorización: hace posible que el estudiante comience con lo verdaderamente importante en su trabajo.
- El autocontrol: ayuda a que la persona controle situaciones tensionantes y, a su vez, mitiga el estrés; patología que trabajadores del todo el mundo suelen experimentar.
- La conciencia: funciona como un proceso de actualización de lo que está pasando día a día en el mundo. Para el caso de las empresas u organizaciones, la actualización permite conocer a fondo las verdaderas intensiones de quienes laboran.
- La flexibilidad: Harvard dice que es la que hace posible la adaptación de las personas a determinado espacio y eso conduce a que se presente una expansión de los conocimientos.
Por lo tanto, lo que comparten los conocedores del tema es que estas habilidades blandas son importantes en el crecimiento de cualquier sujeto, ya que algunas comienzan a desarrollarse en los primeros años de vida, otras en la adolescencia y, por último, se terminan de adoptar por completo en la juventud para ponerse en práctica en el trabajo.
En ese sentido, tener situaciones poco favorables en la niñez o adolescencia puede impactar de forma negativa en las ‘soft skills’, comparte Harvard.
Según el informe, “las situaciones caóticas, estresantes y amenazantes pueden descarrilar a cualquiera. Pero la pobreza y la adversidad hacen que sea especialmente difícil desarrollar las habilidades que las personas necesitan para manejar los desafíos de la vida”.
No obstante, eso no quiere decir que no existan métodos o alternativas para desarrollar el grupo de habilidades, ya que si la persona es guiada por profesionales, que brinden el apoyo adecuado, lo podría lograr, enfatizan los académicos.