Generar una primera impresión positiva es un elemento clave a la hora de buscar empleo, ya que, más allá de la apariencia, es fundamental dejar en claro que se saben comunicar las ideas, que se es directo y práctico en la búsqueda de objetivos, así como el nivel de conocimientos y experiencias que se ponen a disposición de quien requiera los servicios. La primera herramienta para lograr esto es la hoja de vida.

Tener un buen currículum puede dar un empujón a los aspirantes en la búsqueda de empleo o cerrar las puertas antes de llegar siquiera a una entrevista laboral. La organización y la claridad con la que se presenta la información es muy importante. Es primordial construir una hoja de vida que logre conquistar a los reclutadores, no solo por el resumen de las habilidades y el perfil profesional de la persona, sino también por su adecuada presentación y orden.

Ante esto, expertos de la Universidad de Harvard realizaron una serie de recomendaciones para quienes están en esta ardua tarea, advirtiendo que el reto más grande al elaborar una hoja de vida es lograr consignar toda la información básica, educativa y profesional, pero que sea sencilla de comprender para quienes la reciben.

En primer lugar, señalan que más allá de lograr un empleo, las hojas de vida tienen como finalidad que los aspirantes puedan alcanzar la entrevista de trabajo, donde se podrán explicar mejor las habilidades y conocimientos que se tienen. Es por esto que se debe empezar por adaptarla a la vacante a la que se está aspirando.

Así las cosas, este documento tiene que ser consistente pero fácil de leer, equilibrando el espacio en blanco de la hoja. También se pueden utilizar el subrayado, la cursiva, la negrita y las mayúsculas para enfatizar conceptos. Los encabezados deben redactarse por orden de importancia: primero la experiencia laboral y luego las competencias personales (no al revés). Por último, recomienda enlistar los últimos trabajos desde el más reciente hasta el más antiguo y verificar que quede bien guardado.

En cuanto al lenguaje que se debe usar, los expertos de esta universidad destacaron que hay que ser específico en vez de general, se debe recurrir al uso de un texto conciso y activo, escrito siempre para expresar ideas y no en búsqueda de impresionar, por lo que se debe tratar con hechos cuantificables y cualificables. Exagerar con el dominio de idiomas es la falla más común.

¿Qué información debe contener?

* Datos personales: correo electrónico con nombre y apellidos o iniciales.

* Objetivo e intereses: describir qué busca en el puesto que postula.

* Formación: titulación, centros de estudios y méritos académicos.

* Formación complementaria: cursos, seminarios.

* Idiomas: colocar el nivel.

* Actividades: intercambios, voluntariados, etc.

* Competencias: describir sus puntos fuertes y habilidades blandas.

* Otros datos de interés: datos como licencia de conducir.

¿Qué dicen otros expertos?

Mirando otras recomendaciones, de acuerdo con el blog de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, una hoja de vida debe tener la información asociada al perfil del candidato, es decir, una descripción breve de las características más relevantes del profesional en relación con la vacante que aspira.

También, debe incluir los datos básicos de la persona, esto quiere decir: su nombre, dirección e información de contacto. Otros datos más específicos solo deben ser suministrados en tanto lo solicite la empresa, indican desde la institución educativa.

Es de gran interés para los reclutadores conocer la formación profesional, por lo que en la hoja de vida debe figurar el último nivel académico cursado y el lugar en el que se estudió. Conforme se va avanzando en la trayectoria académica, se recomienda ir quitando algunos ítems.