En Colombia, el desempleo femenino ha sido tradicionalmente más alto que la estadística general, y en marzo, la situación no fue distinta. Mientras el dato general fue de 11,3 % en los 12 meses acumulados hasta esa fecha, el de las mujeres fue de 14,1 %. Y eso que la situación ha venido mejorando poco a poco, con una mayor inclusión de ellas en el mercado laboral.
Del mismo modo, también está el problema de la persistente caída del sector construcción, que lleva 21 meses en contracciones, según confirma Camacol, que adelanta en Cali el II Congreso de Sostenibilidad, en el que se han evidenciado todos los pormenores que tiene esta rama de la economía, determinante para el crecimiento.
Por esas dos circunstancias, resulta interesante la oportunidad que hay, en medio de una reactivación económica de la construcción, para que la mujer también pueda participar más en esta demanda de mano de obra.
Si bien, en el país, tradicionalmente se trata de un trabajo que en su mayoría lo ocupan los hombres, Pablo Echeverri, de la Constructora Capital, dijo que ellos pasaron del 8 al 13 % de mujeres en obra.
“Hay que romper paradigmas, entre ellos, que la construcción es solo de hombres. Nosotros trabajamos en la formación de las mujeres, independientemente de que estén empleadas o no; las hojas de vida son gestionadas a través de los contratistas, quienes han comprobado el talento y nuevas capacidades. Pasamos de 8 % a 13 % de mujeres en obra. Segundo, la sostenibilidad no es un costo sino una inversión”.
La construcción genera alrededor de 1,5 millones de empleos en el país, pero, además, también moviliza oportunidades de trabajo en otras actividades como el transporte, el agro y los servicios, para mencionar solo unos cuantos.
En el componente de la llamada vivienda verde, que está en siendo tema en el II Congreso de Sostenibilidad, convocado por Camacol, gremio de constructoras, también está en marcha y parece andar con pasos de animal grande.
El sector, que está siendo evaluado desde el ángulo de la sostenibilidad, porque es generador de mucho residuo solido y el que menos economía circular promueve, también podría ser clave para el mercado laboral, pues, según salió a relucir en el evento, podría llevar a crear 1,6 millones de trabajo en América Latina y el Caribe y propiciaría un crecimiento de 4 % en próximos 10 años en la región. A la construcción verde tiene todo el camino por recorrer.