Una parte del sector empresarial en Colombia está con los pelos de punta, por cuenta de un debate que se podría realizar este jueves en la tarde en el Congreso.

La razón tiene nombre y apellido: el proyecto de ley del expresidente Álvaro Uribe, con el cual la jornada laboral en Colombia se reduciría de 48 a 42 horas semanales. El cambio sería gradual, pero aún así tendría fuertes implicaciones en el sector privado, que a apenas está saliendo del embate de la pandemia.

La iniciativa logró aprobarse en tercer debate hace dos semanas y este jueves tiene el camino allanado para ser avalado en la plenaria, con lo cual solo quedaría pendiente de la conciliación (si no es que el texto avalado sea igual al del Senado) y la sanción del presidente Iván Duque.

Ahora, la cosa podría cambiar dependiendo de lo que suceda en el debate de esta tarde. Esto porque el pleno de la Cámara podría cambiar el orden del día establecido y dejarlo para más adelante, lo que implicaría que se le reducirían las posibilidades de ser discutido en la actual jornada.

La otra opción es que se presente un grupo grande de proposiciones (ajustes, eliminación o creación de nuevos artículos), lo que alargaría el debate e implicaría que la conciliación de los textos de Senado y Cámara se extienda hasta el fin de semana.

Al margen de las cábalas legislativas, lo cierto es que el proyecto tiene todo para ser aprobado. Incluso a pesar de que el sector privado ha intentado contra viento y marea convencer a los parlamentarios de lo complejo que sería aplicarlo.

El expresidente Álvaro Uribe propuso el proyecto antes de renunciar a su curul en el Senado.

De hecho, en una carta enviada hace unos días al Congreso, el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, expresó su preocupación por esta iniciativa.

“Con mucha incertidumbre y preocupación vemos cómo avanza rápidamente la aprobación de esta iniciativa legislativa, máxime cuando su mismo autor el doctor Álvaro Uribe, afirma que no es cierto que la misma impacte los costos laborales”, señala.

Y agrega que, de aprobarse, se generarían cargas adicionales a las nóminas de las empresas. “Tal como lo manifestamos nosotros y todos nuestros colegas, este proyecto no va a generar unos mayores índices de productividad y competencia, todo lo contrario, el resultado será un recorte del personal agravando aún más las ya dramáticas cifras de desempleo”.

Cabal cita ejemplos de sectores como el comercio, el turismo y los servicios, que tienen trabajos intensos durante los fines de semana y en horarios que van más allá de la jornada regular. Esto per ser les implica una mayor carga, considerando el pago de horas extras, dominicales y festivos.

Así las cosas, si se reduce la jornada máxima de trabajo, se encarecerá el costo de las horas de trabajo actuales, “puesto que se indica que se seguiría pagando el mismo salario de 48 horas por 40 horas de trabajo, lo que implica asumir el pago extra de las horas a partir de la hora 41, lo que implica un incremento del 20 % en los costos laborales”.

¿En qué consiste el proyecto?

A pesar de que esta misiva fue enviada por el presidente de Fenalco el pasado 4 de junio, los representantes siguieron adelante y presentaron ponencia para cuarto debate. Aseguran que el proyecto de Uribe tiene un fin loable: que los colombianos tengan más tiempo libre con sus familias, lo que además redundaría en mayor productividad.

Las horas laboradas por día tendrían que ser concertadas entre trabajadores y empleadores, en caso de aprobarse la reducción de la jornada semanal. | Foto: ESTEBAN VEGA LR

El proyecto busca que la jornada laboral en Colombia tenga un tope de 42 horas semanales, que podrán ser distribuidas de común acuerdo entre empleador y trabajador, en 5 o 6 días a la semana.

De aprobarse esta ley, la reducción de la jornada se haría de manera gradual. Es decir, disminuiría una hora en el momento en que comience a regir, una hora más en el segundo año y a partir del tercero, bajaría dos horas por año hasta llegar a las 42 horas.

Así quedaría el tiempo máximo de trabajo semanal, si el proyecto se promulgara este 2021:

  • 2021: 47 horas
  • 2022: 46 horas
123RF
  • 2023: 44 horas
  • 2024: 42 horas

En todo caso, en el proyecto queda claro que el menor tiempo trabajado no implica que a las personas se les vaya a reducir el salario o que pierdan sus derechos laborales, aunque tampoco traería consigo que se bajen los montos pagados por horas laboradas.

Ahora, si se trata de jóvenes de entre 15 y 17 años, las cosas cambian. De acuerdo con el proyecto, para este grupo poblacional se aplicará, entre otras, que solo podrán trabajar en jornada diurna máxima de seis horas diarias y 30 a la semana, y su horario no podrá superar las 6:00 p. m.

A pesar de haber avanzando hasta este punto, el Gobierno mantiene su rechazo al proyecto. Unos días antes de salir del cargo, el exviceministro de Hacienda, Juan Pablo Zárate, le envió al Congreso un concepto en el que rechaza la implementación de este cambio.

Juan Pablo Zárate, exviceministro de Hacienda, rechazó el proyecto en nombre del Gobierno nacional.

“Si bien esta cartera considera que la iniciativa persigue un fin loable, no sería conveniente impulsar esta propuesta ante el panorama actual, como consecuencia de la pandemia”, dijo el exfuncionario.

Esta posición coincide con la de los gremios de la producción. Desde la ANDI, Acodrés, Fenalco y otras agremiaciones señalan que el costo de una medida de este tipo les daría una dura estocada a las empresas.

Según Alberto Echavarría, vicepresidente Jurídico de la ANDI, si se plantea regresar a las 42 horas semanales, eso le costaría $ 14 billones a la economía, es decir, la misma cifra que ahora pretende recaudar el Gobierno con la reforma tributaria.

Los sindicatos apoyan la reducción de la jornada laboral, argumentando que esto va en línea con lo que sucede en otros países de la OCDE.

¿Quiénes lo respaldan?

Del otro lado de la mesa se encuentran los sindicatos, que respaldan la propuesta del expresidente Uribe y el Centro Democrático. Incluso, aseguran que esto iría de la mano con los lineamientos de la OCDE, a pesar de que siempre han rechazado que Colombia ingresara a dicho grupo.

“Se está a favor de reducir la jornada laboral, atendiendo que Colombia ingresó a la OCDE en la que es el país con el número más alto de jornada laboral, estando el promedio de la organización en 37 horas de jornada laboral, por lo que hay tener en cuenta esto y cumplir los estándares en materia laboral”, dijo Percy Oyola, presidente de la CGT.

Y lo secundó Francisco Maltés, presidente de la CUT, quien fue más allá y alertó que el proyecto, tal y como está concebido, afectaría a los trabajadores en lo relativo a recargos nocturnos y dominicales, por lo que pidió revisarlo en los últimos debates.