La posibilidad de acceder a la educación superior sin tener que preocuparse por el costo de la matrícula es un objetivo que ha tomado forma en Colombia a través de la política de “Matrícula Cero”. Este programa gubernamental tiene como propósito cubrir el valor de la matrícula para estudiantes de pregrado de estratos 1, 2 y 3 en instituciones de educación superior públicas del país. A pesar de esta iniciativa, surgen interrogantes sobre quiénes son los beneficiarios y si esta medida es realmente ventajosa en el contexto educativo actual.
Dentro de esta iniciativa se ha establecido que los beneficiarios son principalmente aquellos estudiantes que, además de cumplir con los estratos mencionados, se encuentran en una situación de vulnerabilidad socioeconómica. Sin embargo, según la Universidad Nacional, se reconoce que existen casos en los que personas de estratos diferentes también pueden enfrentar condiciones de vulnerabilidad similares y se resalta que esta política busca aliviar la carga financiera de los estudiantes y promover el acceso a la educación superior, pero plantea desafíos tanto para los alumnos como para las propias instituciones.
Según el profesor Andrés Felipe Mora Cortés, director del Centro de Pensamiento en Políticas Públicas de Educación Superior de la Universidad Nacional de Colombia, aunque la “Matrícula Cero” brinda un alivio económico a los estudiantes, no aborda la cuestión de fondo que es el desfinanciamiento crónico de las universidades públicas.
“Esto puede generar un efecto excluyente pues habrá más personas que quieran acceder a un cupo en una institución de educación superior pública y que los mecanismos de selección y los procesos se vuelvan mucho más exigentes”, dijo el académico al respecto.
Este docente agregó que a medida que más estudiantes busquen acceder a estos cupos gratuitos, podrían surgir problemas relacionados con la selectividad y los procesos de admisión, lo que a su vez podría afectar la calidad educativa.
Paso a paso para aplicar
En su más reciente guía sobre este programa del Estado, el Ministerio de Educación resaltó que para acceder a este beneficio es necesario ser ciudadano colombiano y tener entre 14 y 28 años al momento de ser reportado en las plantillas del Sistema Nacional de Información de Educación Superior (SNIES). Además, se solicita estar registrado en el Sisbén IV y pertenecer a los grupos A, B o C en cualquier subgrupo. Para aquellos que pertenezcan a poblaciones indígenas o sean víctimas del conflicto armado y no estén registrados en el Sisbén, se requiere estar inscrito en bases censales específicas.
El proceso para acceder a la gratuidad en la matrícula implica inscribirse en una de las instituciones de educación superior públicas que hayan suscrito el Convenio para la Gratuidad con el Ministerio de Educación. Una vez inscrito, el estudiante debe presentar los documentos necesarios para la matrícula y la institución verificará si cumple con los requisitos. La institución luego enviará la solicitud de gratuidad al Ministerio, quien evaluará la información proporcionada.
Es importante destacar que esta política no cubre otros conceptos incluidos en la liquidación de matrícula, como los derechos complementarios. Además, los estudiantes deben haber cumplido los requisitos académicos y financieros definidos por cada institución pública para ser considerados matriculados.
Se puede perder el beneficio
De acuerdo con las reglas establecidas por el Ministerio de Educación, a obtención y el mantenimiento del beneficio de la “Matrícula Cero” conlleva una serie de condiciones y requisitos que los estudiantes deben cumplir rigurosamente. Si un estudiante accede al programa mediante información o documentación falsa, enfrentará la pérdida inmediata del beneficio, lo que puede conllevar responsabilidades disciplinarias, fiscales o penales.
Además, aquellos que pierdan la condición de estudiante por motivos académicos, disciplinarios u otros estipulados por su institución educativa también perderán el acceso a la gratuidad. La voluntad expresa del estudiante de renunciar a la política debe ser comunicada a la Oficina de Admisiones y Control de Registro Académico de su institución.
La política también contempla ciertos plazos y situaciones en las que el estudiante puede suspender temporalmente sus estudios sin perder el beneficio. Se permite una suspensión por un máximo de dos periodos, ya sea consecutivos o no. Sin embargo, si un estudiante no se matricula durante un tercer periodo, perderá permanentemente el acceso a la “Matrícula Cero”.
Asimismo, estar matriculado en doble programa en diferentes instituciones de educación superior públicas, no proporcionar información sobre el estrato socioeconómico, superar el número de renovaciones de matrícula permitido o perder la condición de vulnerabilidad socioeconómica definida en la Ley y los reglamentos operativos y específicos también resultará en la pérdida del beneficio.